La muerte de Natacha Jaitt promete dar mucha más tela para cortar que la que ya ha dado. Es que, al paso de las horas, avanzan las suspicacias y las preguntas, lejos de contestarse, insisten en incrementarse.
La familia pone su granito de arena al instalar puntuales suspicacias respecto del derrotero de la mujer. "No hay que descartar un homicidio", aseguran con elocuencia. Y gran parte de la ciudadanía acompaña la versión. ¿O acaso no vivimos en Argentina?
"Es obvio que la asesinaron, porque sabía mucho sobre el tema de los abusos de menores", dice una mujer en su cuenta de Twitter. Otra refuerza sus dichos: "Dejó todo en un pendrive, por si le pasaba algo".
Entonces, al culebrón de Jaitt se suma esta nueva trama, la del dispositivo con información sensible que complicaría a famosos de diversos rubros.
Y ahí aparecen las preguntas, tan incómodas como cruciales: ¿Existe el pendrive? Si es así: ¿Qué contiene?
La respuesta al primer interrogante es un rotundo "sí". Efectivamente hay un dispositivo con información.
Luego, llega el dato más relevante, el que hace que propios y ajenos se coman las uñas: ¿Qué hay allí depositado?
Básicamente es un documento de Word, con nombres de supuestos abusadores y sus relaciones entre sí. Nada más. Quien crea que hay algún video o fotografía comprometedora de alguna celebridad sodomizando a un niño, se quedará con las ganas.
No obstante, todo debe ser investigado, poque muchos de esos nombres aparecen mencionados por puntuales testigos que ni siquiera conocieron a Jaitt.
Más aún: casi todos los nombres que están en el pendrive ya fueron mencionados por la propia mujer de manera pública, ya sea en el programa de Mirtha Legrand, ya sea en sus redes sociales.
A este periodista le consta por los dichos de la propia Jaitt, quien le confió la información a poco de explotar el escándalo de los abusos en Independiente, en abril de 2018.
No es ningún misterio: ella misma lo declaró ante la fiscal María Soledad Garibaldi en esos mismos días, durante más de tres horas. La escuchaban de manera atenta -y preocupada- los abogados de dos de los detenidos, el manager Leonardo Cohen Arazi y el árbitro Martín Bustos.
Principalmente apuntó hacia Gustavo Vera, de la fundación Alameda, a quien acusó de "pedófilo". También mencionó a conocidos periodistas y personajes del ambiente de la televisión.
Es parte de lo que hoy investiga la fiscalía de Avellaneda en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, con suspicaz lentitud.
Si acaso tuviera intención de avanzar en la investigación, la fiscal Garibaldi debe tolerar la presión de puntuales periodistas, que temen que el expediente avance y la han "advertido" al respecto a través de sus columnas editoriales. Son los mismos que desacreditaron a Jaitt antes de conocer qué es lo que había denunciado, principalmente de canal América.
En ese contexto, no es casual aquello que dijo en su momento Nicolás Wiñazki, cuando sostuvo que "en la justicia tomaron con seriedad su declaración" (ver al pie).
A su vez, el periodista advirtió: "Cuando fue a la justicia, dijeron que parte de la información era cierta, tanto es así, que el defensor de uno de los detenidos, que es la más complicada, pidió después de 5 horas suspender la declaración de Jaitt".