"Ganá dinero viajando, pregúntame cómo". El aviso, de la firma Incruises, es promisorio... y real. Pero, ¿es cierto?
Es decir, ¿se puede amasar plata moviéndose por el mundo? Es lo que promete un grupo de personas que acaban de recalar en Mendoza.
Pero nada es lo que parece, como se verá. Todo se trata, finalmente, de otro fraude basado en el esquema Ponzi, al mejor estilo Nu Skin y Telar de la Abundancia, dos timos que, dicho sea de paso, reveló en exclusiva Tribuna de Periodistas. Pero primero lo primero...
"Tengo un negocio para proponerte, es justo para vos", me comenta un conocido. No es alguien con quien tenga amistad ni mucho menos. Solo lo vi una vez en mi vida, en el marco de mi trabajo de periodista en este diario.
¿Justo para mí? ¿Cómo sabe este cristiano que es un negocio para mí, si no me conoce? Me hago esas preguntas, al tiempo que le repregunto: "¿De qué se trata?".
La respuesta me despeja todas las dudas: "No, no... tiene que ser en persona la explicación". Sonrío al tiempo que leo el comentario, porque ya sé por dónde viene la cosa. Al menos, lo sospecho.
Misterio casi siempre es sinónimo de estafa piramidal, y el encuentro cara a cara confirmará todas las sospechas. Me hablará de viajes en crucero muy económicos -nada gratis- y luego vendrá la famosa muletilla: "Si lográs reclutar otras personas podés ganar mucho dinero... bla, bla". Confirmado, es un fraude hecho y derecho.
El sistema, que fue presentado en Mendoza el pasado 5 de abril en la galería Independencia, es solo otro de los tantos en los que debe ponerse dinero a raudales para sostener a unos pocos que en la cima de la pirámide se hacen "la América".
En este caso son tres: Francisco de Huin, Jorge Coll y Franco Gómez. Son los que, en nombre de Incruises, dieron la charla a los nuevos incautos, mendocinos ellos, copiando el discurso de empresas como Worldventures, prohibida en países como Noruega por el timo que llevan adelante.
El sistema es siempre igual: para ser parte del club hay que poner 100 dólares al mes y otros 195 más adicionales el primer año, que luego bajan a 95.
Ello se traducirá en puntos que a su vez nos servirán para viajar en crucero por el mundo. O sea, de ganar dinero, nada de nada. Todo lo contrario.
Y si queremos lograr más puntos, no hay otra manera de llegar a nuestra meta que apelando al más crudo reclutamiento. A partir de entonces, lo único importante será eso: intentar convencer a más y más personas para que ingresen a la compañía.
El siguiente video, de una chica en plena captación de nuevas víctimas, habla por sí mismo.
Pirámides en tiempos de redes sociales
"Quieres romper las cadenas de la rutina como estoy haciendo yo y todos los que estamos en el club de viajes. ¿Eres emprendedor? ¿Te gustaría viajar a menos o gratis o ganando dinero?", así se presenta en Facebook la empresa que ahora ha recalado en Mendoza.
Allí, con el ostentoso nombre de Club de vacaciones, la firma postea alegóricos mensajes de captación de incrédulos de diversa índole.
"Los que nos atrevimos a dar un paso adelante vamos a llegar a cada rincón del mundo brindando esta oportunidad de ser parte de la mayor revolución de abundancia del fucking planeta tierra. Entonces... ¿Te seguirás quedando en la orilla...o te vendrás a surfear las más grandes olas?", sostiene uno de los mensajes en la red de Mark Zuckerberg.
"La cantidad de guita que perdí no tiene nombre, encima terminé peleada con mis mejores amigas y algunos familiares", me cuenta una colega mendocina que cayó en la trampa.
Y agrega: "Son muy intensos, te picotean la cabeza día y noche para que pongas más plata y hagas entrar a otras personas. Lejos de la felicidad que me prometían, me arruinaron".
Su testimonio es idéntico al de muchas otras víctimas alrededor del mundo, quienes llegan a comparar a esta empresa como una verdadera secta por sus métodos.
En la web hay infinidad de grupos de estafados que cuentan sus testimonios en primera persona. Solo hay que googlearlo.
En Mendoza, como se dijo, la firma recién aterriza. Habrá que ver si logran que les vaya mejor que a otras estafas piramidales. Ojalá que no.