El mensaje llegó a los celulares de los abogados del Estado, a todos. Aterrizó proveniente del flamante procurador del Tesoro, Carlos “Chino” Zannini.
Muchos lo tomaron con preocupación, otros con displicencia. Pero no pasó desapercibido para ninguno de los profesionales que reportan en el Gobierno (ver al pie).
El título del mismo refiere a las fiestas de fin de año: “Una oportunidad que nos llena de esperanza”. Y comienza diciendo: “Mientras el año concluye y en el marco de las fiestas en que todas y todos celebramos junto a nuestros seres queridos, quiero hacerles llegar mis cordiales saludos y un fraternal deseo de prosperidad”.
Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, acto seguido se cuela una frase que, como se dijo, generó escozor en los receptores del mensaje: “En estas últimas semanas presenciamos el comienzo de una nueva etapa en la gestión del Estado Nacional, donde la prioridad será sin lugar a dudas la defensa de los intereses de las grandes mayorías”.
En estas horas, solo se hable de esto en las oficinas de la Procuración del Tesoro. ¿Fue un mensaje mafioso o solo un buen deseo para fin de año?
La respuesta solo aparece con claridad en la cabeza de Zannini.