Otra vez sopa... si cabe el término. Porque nuevamente apareció la leyenda del "Nahuelito", la supuesta criatura que habitaría las aguas del lago Nahuel Huapi, en el sur del país.
En realidad, no se trata de nada nuevo ni novedoso: cada tanto aparece este "monstruo" que emula a Nessie, su equivalente escocés.
En esta oportunidad, quienes vieron a Nahuelito son dos pescadores que se encontraban en la zona de puerto Elma, Villa La Angostura. "Hacía mucho calor, estábamos con un amigo a la tarde y de pronto vimos algo grande que se iba moviendo sobre el agua. También advertimos que una lancha de Prefectura se acercó a la zona", contó uno de los protagonistas.
A partir de allí se generó una psicosis que perdura hasta el día de hoy, ante la chance de que realmente el monstruo en cuestión pudiera salir a flote y provocar un verdadero desastre.
Ello no ocurrirá, sencillamente porque no existe tal criatura. De hecho, casi todos los registros fotográficos y visuales se han explicado acabadamente a través del eficaz método científico.
Lo que logró quedar plasmado en esos documentos terminó siendo: troncos a la deriva, materia orgánica acumulada en estado de putrefacción, burbujas de gas que agitaban la superficie, e incluso mamíferos terrestres que cruzaban el lago a nado.
La mismísima Wikipedia advierte que "todas las observaciones pueden ser explicadas de la misma forma que se ha hecho con el monstruo del lago Ness".
Y no se trata de una cuestión reciente: el primer avistamiento de Nahuelito supuestamente registrado data del año 1910 y fue protagonizado por George Garret, quien trabajaba en una compañía ubicada cerca del Nahuel Huapi.
Desde entonces hasta ahora, no ha aparecido una sola fotografía clara ni tampoco un video claro del supuesto monstruo. ¿No es raro?
Ciertamente, es más interesante y "vendedora" la leyenda fantástica de la criatura que la lineal verdad, siempre aburrida.
Ello explica la réplica incesante de la "novedad" fantástica. La atracción está asegurada. Por eso los medios de comunicación no dudan en publicarla.
Sin embargo, siempre es mejor atenerse a la racionalidad, que explica este y otros tópicos con datos duros y concretos.
Como bien dijo el gran Mario Bunge allá lejos y hace tiempo, "las pseudociencias son como las pesadillas: se desvanecen cuando se las examina a la luz de la ciencia".