Hace dos domingos conté los detalles de un documento que empezó a circular entre intendentes del conurbano y que llegó hasta el despacho de Axel Kicillof.
Allí, se hacía referencia a la posibilidad de que, al profundizarse la crisis, derivada de la cuarentena por el coronavirus, comenzaran a organizarse saqueos organizados en puntuales distritos del tercer cordón del conurbano bonaerense.
Finalmente, ello ocurrió este fin de semana, en Francisco Álvarez, partido de Moreno, cuando un grupo de jóvenes atacó un supermercado chino.
Luego, este lunes, volvió a darse un hecho similar, esta vez en Pergamino cuando alrededor de 30 personas entraron a asaltar un mercado, también chino, llamado "Siria" (ver video al pie).
¿Se trató de hechos aislados o concatenados? ¿Fueron espontáneos u organizados? ¿Podrían recrudecer en los próximos días?
Son interrogantes que no tienen respuesta. No por el momento. Sin embargo —o quizás por ello— el gobierno sigue con inquietud lo que ocurre en estas horas.
En realidad, se sabía que iba a ocurrir. Más temprano o más tarde, tal cual sostiene el documento mencionado al principio de esta nota.
No fue casual que hace unos días se decidiera enviar a soldados del Ejército a armar cocinas de campaña y repartir bolsones de comida en las zonas más vulnerables.
Fue una decisión que se tomó tras una reunión que mantuvieron autoridades del Ministerio de Defensa con Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, acaso el bastión más complejo de contener y el más proclive a los desmanes derivados de la crisis.
En principio, en el gobierno nadie hablará de “saqueos”, porque se teme un “efecto contagio”. Pero es uno de los principales tópicos en las agendas de los gobiernos nacional y bonaerense. Básicamente, porque se temen nuevos hechos en los próximos días, de igual o mayor magnitud.
En dicho marcho, hay quienes culpan a la crisis derivada de las restricciones del coronavirus y quienes creen ver una “mano política” detrás, como Mario Ishii, mandamás de José C. Paz.
Como sea, en las próximas horas habrá un “refuerzo” de uniformados en las zonas conflictivas, so pretexto de que su presencia forma parte del “plan de contención del Gobierno Nacional para hacer cumplir la cuarentena absoluta impuesta por el presidente de la Nación”.
Los grandes medios han recibido la misma orden: evitar la mención a los saqueos en la medida que se pueda. Por ahora, vienen cumpliendo a pies juntillas, pauta mediante.
Sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo. La realidad siempre se termina imponiendo más allá de las pretensiones del poder… y siempre le termina explotando en el rostro.