Avanza, sin prisa pero sin pausa, el expediente judicial que inicié contra Amado Boudou en 2012 por enriquecimiento ilícito. Con una novedad feroz: un peritaje concluyó que hay millones de pesos sin justificar.
La colega Lucía Salinas recuerda hoy en diario Clarín que en 2001 el exvicepresidente tenía un patrimonio de 128.000 pesos y, hacia 2007, sus bienes ascendían a 897.390 pesos.
En tal contexto, el peritaje referido indica que en esos años el incremento de su riqueza fue de un 146,86%. El número continuó creciendo, y para 2010 ya contaba con casi un millón y medio de pesos.
“El peritaje contable ordenado por el juez Ariel Lijo arrojó otros valores: es casi la misma cifra que no logró justificar en el estudio preliminar de sus bienes año por año. Pese a que los acusados presentaron nueva documentación para clarificar las inconsistencias detectadas, fuentes judiciales indicaron que las justificaciones, no fueron suficientes”, según lo publicado por Salinas.
Es por ello que Lijo —que ya indagó al ex vice por lavado de dinero en 2017, cuando ordenó su detención— llamará a indagatoria a Boudou para que brinde explicaciones por su presunto enriquecimiento ilícito.
En dicho marco, según Salinas, se deberá ordenar un nuevo análisis sobre una fortuna que sigue levantando sospechas en sede judicial. Así lo explica la colega:
A través del primer requerimiento de justificación, pedido por el fiscal Jorge Di Lello, se señaló que el monto total por el que Boudou está siendo investigado por lavado de activos ascendería a 4.238.900 pesos y 995.000 dólares.
Además hubo un segundo pedido de explicación impulsado por la fiscalía, para clarificar los números. Para responderlo, los abogados del ex vice presentaron documentación e informes, que no lograron reducir las sospechas. Aún resta un nuevo llamado a indagatoria y finalmente, la resolución de la situación procesal de Boudou en esta otra causa.
El expediente lleva varios años en instrucción, y fue la causa que lo condujo a prisión en noviembre de 2017. La fiscalía de Jorge Di Lello había detectado varias inconsistencias en su patrimonio, después de un primer análisis de los números de su patrimonio. Entonces, la acusación era por lavado de dinero.
Di Lello determinó que Boudou contaba con "bienes que no puede justificar con sus ingresos". Y que aquellas inconsistencias son "diversas y de importante envergadura". Otra conclusión que fue determinante tras la finalización del informe pericial es que el ex vice montó una "ingeniería orientada a oscurecer el origen de los fondos".