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En su discurso, Cristina demostró que vino a terminar el “trabajo sucio” que empezó en 2013

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La historia se repite dos veces…
La historia se repite dos veces…

Cristina vocifera, gesticula, exagera. Es una brillante estratega. Que sabe esconder sus propias miserias a fuerza de sobreactuar.

 

No solo en lo referente a lo discursivo, sino también —sobre todo— en lo ateniente al lenguaje no verbal.

Basta observar su comunicación gestual para darse cuenta de que, lejos de dar explicaciones por los diferentes derroteros judiciales que le toca vivir, avanza en pos de amedrentar a quienes la complican judicialmente.

La postura de sus hombros, su leve inclinación hacia adelante, el hecho de señalar con el dedo a la persona a la que le habla, etc... todo ello confluye en una misma estrategia. Es pura actuación, nada más. Para que no tener que responder nada.

Es clarísimo. Porque Cristina es viva, no inteligente. Y hay una diferencia abismal entre una cosa y la otra. Para simplificarlo: “Vivo es aquel que sabe salir de problemas en los que el inteligente no se hubiera metido”, decía mi abuela. Y no se equivocaba.

Una persona inteligente jamás estaría atravesando los inconvenientes judiciales que transita la vicepresidenta.

Por eso, a falta de esa virtud, Cristina se refugia en sí misma. Grita y agita sus brazos para que, en lugar de atenderel fondo de la cuestión, todos presten atención a las formas. El viejo truco del continente y el contenido.

Pero no hay que dejarse engañar, debe prestarse atención a cada término que utiliza, incluso a cada silencio. Porque, lo que dice, anticipa sus próximas jugadas políticas.

De hecho, sus miramientos sobre la Justicia ya los venía anticipando en susredes sociales. “El que avisa no traiciona”, dice una conocida frase del saber popular que parece enmarcar la filosofía del pensamiento cristinista.

Es importante ver lo que allí ha venido posteando la vicepresidenta, porque es el terruño donde suele hacer catarsis. Y la catarsis es la emoción en estado puro, sin filtros.

Por eso, no solo hay que ver lo que ha dicho Cristina en los últimos meses, sino que hay que ir aún más allá. A los idus de 2013, cuando intentó impulsar la más ambiciosa reforma judicial que se recuerde. Que fue frenada oportunamente por la Corte Suprema de Justicia.

En tal contexto, la arenga de Cristina es una continuidad de aquello que quedó inconcluso. Es lo que hay que esperar a futuro.

Tenemos que hacer una profunda democratización de la justicia”, posteó en su cuenta de Twitter el 4 de marzo de 2013. Es lo que intenta hacer ahora mismo. Primero, desde lo discursivo; luego, desde los hechos.

Nótese que en su breve oración Cristina refiere a una “profunda democratización”, lo cual implica dos cuestiones: primero, que los cambios que intenta hacer no son superficiales sino de raíz; segundo, que considera que el Poder Judicial no es democrático.

De hecho, este jueves comparó a la Justicia con las Fuerzas Armadas. Fue un paso más allá de lo que venía pregonando desde 2013.

Porque hablar de Fuerzas Armadas ostenta toda una connotación negativa que ofrece varias lecturas, principalmente una: el inevitable anclaje a la última dictadura militar. Con todo lo que ello representó. Como si los jueces fueran asesinos despiadados que buscan desaparecer a inocentes... como ella.

Pero la Justicia no es lo único que se destaca de las palabras de la vicepresidenta, también se refirió a los medios de comunicación. Y es parte de la escalada que viene.

Porque siempre, después de pegarle a la Justicia, el kirchnerismo se ensaña contra el periodismo últimamente. ¿Es lo que viene después de la embestida judicial? ¿Regresarán los escraches y señalamientos? ¿Programas como 678?

Imposible saberlo, pero no hay que descartarlo. Porque, como aquella frase que le atribuyen a Karl Marx, “la historia se repite dos veces, la primera en forma de tragedia y la segunda en forma de farsa”.


© Tribuna de Periodistas, todos los derechos reservados 

 
 

13 comentarios Dejá tu comentario

  1. Pregunto, para que el Periodismo le dió tanta pantalla y notas al tema. No se entiende.La señora se mandó una obra de teatro que todos los Periodistas emitieron. Para que cosa se dejan BASUREAR.

  2. Sanz, ya aburrís con tus comentarios sobre Marx. Educate un poco. Esa frase no es una característica del pensamiento de Marx sino algo que tiró en 18 de brumario que es un escrito sobre el golpe del primo de Napoleón Bonaparte, que se declaró emperador. La que vos no te cansás de repetir es una frase que tuvo efecto sólo en ese caso, en un escrito de tipo periodístico. En realidad el pensamiento de Marx, también equivocado, supone que la historia avanza en una sola dirección. La historia no avanza ni retrocede, ni se repite, ni no se repite. La historia es un relato humano que debería ser consistente con los hechos y las evidencias. Podés encontrar un resumen a manera de guía en divergente2020.blogspot.com; el resto está en wikipedia.

  3. En el discurso Cristina no se defendió ella, defendió al pueblo, defendió la democracia, defendió la república.-El Poder Judicial es cómplice junto con los medios hegemónicos, de que haya vuelto el neoliberalismo, con el único objetivo de endeudar al país para facilitar la fuga de capitales al poder económico. Ese Poder Judicial que con ell art. 280 la Corte Menemista sobreseyó a Macri por contrabando. A Sturzeneger cuando estuvo procesado por el megacanje. La primera devaluación de Macri que fue decidida por Quintana , reunido un día domingo con los funcionarios de los mercados de futuro, pegó de lleno en los más pobres y siguíeron las otras devaluaciones , cuyo efecto es la pérdida de poder adquisitivo del salario y las jubilaciones. Hasta hubo maniobras judiciales para provocar corridas del dólar como el allanamiento al BCRA que realiza Bonadío.- La nota no tiene argumentos, solo pelotudesces como es de costumbre en este periodista.-

  4. Vayamos a la raiz del probema Pedir masivamente la renuncia de CFK a su cargo en el senado y en el pais. Esta señora esta publicamente incitando a la violencia en medio del drama de una pandemia que se le pasa por el orto. No esta capacitada para funcionar. Que renuncie ya

  5. O hay mentiras o hay democracia. Cuando gobierna la mentira, la democracia desaparece, porque no hay tal cosa como mentir a favor del pueblo. Si se miente, siempre es en contra del pueblo. Y Cristina miente tanto y tan feo, y sus mentiras son tan groseras y tan evidentes, que no hay forma de perdonarla. Porque no miente desde su delirio o desde su locura; no miente con su dinero y su futuro; miente con los nuestros. Que además de la mentira le ponga toda esa actuación es directamente repugnante. Cada vez que habla Cristina, también recuerda la culpa de quienes le han dado impunidad y entidad desde siempre, pero especialmente durante el gobierno anterior. Empecemos por la mentira más monumental, la más grosera y monstruosa, la tocada de culo a todos los argentinos. Porque como toda psicópata, primero tira la mentira más grane, y si entra esa entran todas las demás. La mentira más grosera es que en 2015 el dólar estaba a $9.40. Lo que había era cepo cambiario, porque a 9.40 no había dólares más que para los importadores amigos, manejados por el gobierno en un escritorio, y las agencias de turismo. Para el resto el dólar estaba a 15, como todo el resto de los precios, excepto las tarifas planchadas. La cosa estaba muy clara, el peso ya estaba devaluado por la inflación, Cristina mantenía artificialmente un dólar oficial valuado al 60% y mantenía planchadas las tarifas y los servicios públicos. Todo para mentir la inflación y para mentir el PBI, evaluado al dólar oficial subvencionado, y para mentir la deuda, que la mostraban orgullosamente a un cambio de 9.40. Pero el dólar que le vendían a unos pocos a 9.40 salía de las exportaciones, porque a los exportadores el dólar que cobraban por sus exportaciones el gobierno se lo pagaba a 9.40, y de ahí salía todo lo que se repartían para la ficción de gobierno que hizo Cristina. y hablamos de ficción de gobierno, porque dejó el Banco Central en cero, dejó todas las cuentas públicas en cero, dejó la obra pública parada con deudas de todo el último año, dejó el contrato leonino de Chevrón que nos esclavizó eternamente con el precio de los combustibles, y dejó un país en default, procesado, perseguido por acreedores en todo el mundo y con una deuda externa de más de doscientos veinte mil millones de dólares y a no engañarse que una cosa es la deuda externa y otra cosa es la deuda con el FMI. La equivocación de Macri que Cristina sigue aprovechando es que Macri y su gente mintieron sobre la situación del país en la estúpida intención de que la miseria no se note y atraer inversores. El resultado es que los criminales que destruyeron este país ahora lo culpan al idiota que estuvo cuatro años pagando cuentas sin cambiar nada del gasto público que nos sigue llevando a la ruina. La mejor prueba de eso es lo que pasó cuando Cristina ganó las PASO en 2019. La mejor prueba de la mentira y la hipocresía de este gobierno es que en cuanto pueda manotear algo de dinero del FMI se van a tirar de cabeza a seguir endeudando. La mejor prueba es mirar la lista de los países que le piden dinero al FMI, son los últimos dos o tres de la lista, los que se están por ir al descenso. Esa es la clase de país que nos dejó Cristina en 2015. Una vieja demente que hace rato debería estar inhabilitada para todo servicio.

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