Sergio Massa sonríe, siempre sonríe. Nadie sabe por qué, pero el tipo siempre tiene esa mueca en su rostro, como si supiera algo que los demás mortales desconocen.
Ayer nomás, en medio de su nombramiento como “súper ministro” en el gabinete de Alberto Fernández, su alegría era indisimulable. No cabía en sí mismo.
Sin embargo, nada había para festejar. Su designación es como el llamado que se hace a un bombero para apagar un incendio que ya arrasó con todo. Ergo, ¿de qué se ríe?
Tendrá una tarea compleja. Casi imposible. Arreglar lo “inarreglable”. Solucionar lo insolucionable. Recomponer aquello que no puede recomponerse.
Por caso, debe lograr que la sociedad vuelva a confiar en este gobierno, que ni siquiera confía en sí mismo. Donde todos se hacen zancadillas todo el tiempo. Entonces, ¿de qué se ríe?
¿Acaso con una sonrisa logrará bajar el déficit fiscal? ¿Conseguirá que lleguen dólares a paladas? ¿Convencerá al FMI?
Más aún, con esa sonrisa socarrona, ¿desactivará a los piqueteros para que ya no sigan protestando en las calles?
Ciertamente, ahora mismo Massa solo está pensando en su propio camino para ser presidente de la Nación, si es posible en 2023. Es un secreto a voces.
Mauricio Macri le puso el mejor apodo que alguien le podía poner: “Ventajita”. Porque siempre busca eso, sacar ventaja de todo. Acaso ello explique su eterna sonrisa, imposible de desdibujar de su rostro.
Un gesto que inquieta a Alberto Fernández y que saca de quicio a Cristina Kirchner. Básicamente porque ninguno de los dos logra sonreír en los últimos tiempos.
Vayan pues estas líneas dedicadas a “Massita”, como le decía ¿cariñosamente? Néstor Kirchner. Acompañadas del siempre vigente poema de Mario Benedetti, "Sr. ministro, ¿de qué se ríe?".
(Seré curioso)
En una exacta
foto del diario
señor ministro
del imposible
vi en pleno gozo
y en plena euforia
y en plena risa
su rostro simple
seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe
de su ventana
se ve la playa
pero se ignoran
los cantegriles
tienen sus hijos
ojos de mando
pero otros tienen
mirada triste
aquí en la calle
suceden cosas
que ni siquiera
pueden decirse
los estudiantes
y los obreros
ponen los puntos
sobre las íes
por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe
usté conoce
mejor que nadie
la ley amarga
de estos países
ustedes duros
con nuestra gente
por qué con otros
son tan serviles
cómo traicionan
el patrimonio
mientras el gringo
nos cobra el triple
cómo traicionan
usté y los otros
los adulones
y los seniles
por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe
aquí en la calle
sus guardias matan
y los que mueren
son gente humilde
y los que quedan
llorando de rabia
seguro piensan
en el desquite
allá en la celda
sus hombres hacen
sufrir al hombre
y eso no sirve
después de todo
usté es el palo
mayor de un barco
que se va a pique
seré curioso
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe