La relación de la prensa con el cornejismo es bien compleja. Siempre lo fue, en realidad. Pero ahora más que nunca. “Alfredo volvió más malo que nunca”, me dijo un hombre del riñón del gobernador electo hace solo un par de semanas. Y me advirtió: “Preparate, porque te considera su enemigo”.
Algo similar le confesaron reputados funcionarios del Ejecutivo mendocino a periodistas de Diario Mendoza Today -que dirijo en esa provincia aparte de Tribuna de Periodistas- de manera directa y brutal: “Cornejo detesta a Sanz, porque siempre está haciendo críticas a todo lo que hace”.
¿Cómo explicarle al mandatario electo que eso es nuestro trabajo como periodistas? ¿Que la función de la prensa es revelar cuestiones que se buscan mantener ocultas?
“No tengo nada personal contra él”, le dije hace unos días a uno de sus hombres de mayor confianza. Y le aclaré: “Solo hago mi trabajo, que es independiente y honesto. De hecho, también suelo destacar las cosas buenas que hace”.
El hombre me reconoció la furia de Cornejo y me prometió que intentaría reconstruir algún puente entre él y yo. Allí mismo me notificó formalmente que, a pedido del mandatario electo, me quitarían la pauta oficial que me daba el gobierno de Mendoza. Que no era gran cosa, pero siempre ayuda a pagar los crecientes gastos.
Me sorprendió ingratamente la decisión, porque me hizo recordar los peores vicios del kirchnerismo. Por caso, hace 20 años viví exactamente lo mismo respecto de este mismo portal.
En aquellos días, este era el único medio de comunicación que revelaba los desaguisados de Julio De Vido, los vínculos de Aníbal Fernández con los narcóticos y tantos otros hechos de corrupción K. Entonces escuché el mismo planteo. “Néstor está furioso con vos porque cree que estás ensañado con él”, me dijo el entonces secretario de la Presidencia.
Ello me hizo reflexionar acerca de los usos y abusos de los recursos públicos, porque, hay que decirlo, la pauta oficial es dinero del Estado; es decir, de todos nosotros. Jamás pueden ser fondos discrecionales del gobernante de turno.
Utilizar esa plata para apretar a los medios es algo bien perverso. Más aún cuando lo que se destina a algunos portales es directamente escandaloso: miles de millones de pesos, que encima no se informan públicamente, ni mucho menos.
A cambio, esos mismos medios operan como cómplices de la corrupción oficial. Nada cuentan sobre el choreo que se viene haciendo desde el cornejismo ni tampoco acerca de la escandalosa cooptación del Consejo de la Magistratura local. Billetera mata periodismo.
Y a ello se suman portales web “fantasmas” que financia el mismísimo cornejismo a efectos de atacar a los pocos que hacemos periodismo independiente.
Lo he sufrido en carne propia a través de un sitio web que me acusa de presuntas denuncias que enfrento, de las cuales carezo por completo. Basta consultar cualquier sitio judicial.
Todo es tan obvio, que el portal ha sido creado por un tipo llamado Andrés Leonardo Reynaud, a la sazón abogado del hijo de Alfredo, Lautaro Cornejo. Otro personaje que debería investigarse a fondo, dicho sea de paso, por sus “adquisiciones comerciales” de los últimos años.
En síntesis, Mendoza vive uno de sus momentos más críticos. El republicanismo está en peligro y nadie está dispuesto a contarlo. Menos aún a enfrentar la situación.
Y el único medio que se anima a mostrar esta realidad, no solo termina siendo desfinanciado, sino que además es atacado ferozmente con los recursos de todos los mendocinos.
Cualquier parecido con el kirchnerismo, no es pura coincidencia.