Las tropelías de Movistar nunca terminan: precios exorbitantes a la hora de hablar, sobrefacturación de consumos, estafa a la hora de entregar nuevos equipos y cero asesoramiento técnico post venta. Las denuncias que se acumulan en organismos de defensa al consumidor son interminables y encabezan el ranking del malhumor social.
Si parecía suficiente todo lo antedicho, ahora se ha sumado algo nuevo a la lista de abusos a los que Movistar nos tiene acostumbrados: tarjetas de recarga de línea para celulares que no sirven. Si bien es real que existen comercios que lucran revendiendo tarjetas usadas, últimamente este fenómeno se está dando en los propios locales de Movistar.
La estafa es brillante: no sólo las tarjetas no pueden cargarse, sino que no hay manera de que un representante de la empresa nos solucione el inconveniente. Llamar al *444 o al *611 son tareas inútiles, ya que jamás conseguiremos que nos atienda alguien.
Basado en una catarata de denuncias por parte de docenas de usuarios de Movistar, Tribuna de periodistas hizo la prueba de intentar contactarse con algún representante de la firma a efectos de verificar si era real que nadie atendía los reclamos. Se hizo la prueba durante tres días seguidos, a diferentes horas del día, siempre sin éxito. Se dejaron incluso desesperados mensajes a efectos de ser auxiliados por algún empleado de la firma y tampoco hubo respuesta.
Sólo se consiguió que nos respondieran cuando dijimos que hablábamos desde un medio periodístico. Ahí sí, la cordialidad y premura asomaron raudamente.
Los coimeros
Oportunamente, este periódico hizo una denuncia contra Movistar, luego de una serie de incidentes ocurridos a quien escribe estas líneas. En ese momento, se puntualizó sobre ciertas cuestiones que hacían al (mal) servicio de la empresa: "Mensajes de texto que no funcionan como debieran, líneas que se saturan, imposibilidad de cargar crédito en la línea telefónica, publicidades engañosas, deficiente atención por parte de la "mesa de ayuda" de las compañías, ausencia de facturación en sistemas prepago, falacia en la cobertura anunciada, cortes que fuerzan al usuario a realizar nuevas llamadas duplicando el costo y dificultades al solicitar la baja o desconexión, son sólo algunos de los problemas con los que hay que lidiar a diario".
A pocas horas de haberse publicado la nota, recibí un preocupado llamado por parte de Movistar. Fue el mismo que esperé sin éxito durante el año que duró mi reclamo.
Lo insólito es que, en ese llamado, se me pidió de toda manera posible que "borrara" el artículo que había publicado horas antes. A cambio, me ofrecieron un aparato nuevo y crédito gratis para mi línea. La coima —no fue otra cosa que eso— fue rechazada de plano.
Surgió entonces una gran duda en mi persona: si Movistar acalla a los medios cooptando a los periodistas ¿adónde le queda por reclamar al usuario común y corriente que lucha por obtener un servicio medianamente normal?
Si sólo pude ser atendido invocando mi condición de periodista ¿cómo hace el ciudadano del llano para que le den bolilla?
A falta de respuesta, lo único que quedó en mi boca fue un elocuente sabor amargo.
Finalmente
Frente al vergonzoso silencio de los medios y la Justicia, firmas como Movistar estafan día a día a desprotegidos usuarios que desconocen la letra básica de la ley. Baste ver cuáles son los principales derechos del usuario de telefonía móvil para notar el abuso que se hace a diario. El usuario tiene derecho a:
-Que se le ofrezca un servicio continuo, de calidad y a plazo indeterminado (salvo pacto en contrario)
-Recibir un original del contrato suscrito por ambas partes.
-Ser informado al momento de la firma del contrato, sobre las tarifas, cargos, forma de aplicación de éstos, penalidades, así como sobre las principales características del servicio.
-Solicitar y obtener en cualquier momento, información gratuita y general sobre sus consumos y/o saldos .
-Elegir y aceptar los servicios adicionales que estimen necesarios (incluido el correo de voz o contestador automático). La empresa deberá contar con pruebas sobre la solicitud o aceptación expresa de los mismos (1).
-Que se cobre por los servicios efectivamente prestados.
-Reclamar sin que se le obligue al pago previo de lo que se reclama.
-Que se lo atienda gratuitamente y se le entregue constancia de su reclamo.
Frente a la contundencia de estos puntos ¿alguien tiene alguna duda de que Movistar estafa sin cesar a sus usuarios?
Christian Sanz
(1) Hay un curro que pocos conocen y que explica el por qué de la negativa de Movistar en quitar el "correo de voz" de los celulares, aún cuando este sea pedido formalmente. La persona que llama, consume la primera comunicación. Para escuchar el mensaje, el dueño del celular debe hacer un nuevo llamado. Finalmente, este se comunicará con quien dejó el recado, lo cual suma tres comunicaciones. El no tener contestador automático evita dicha "triplicación".