A fines de julio de 2009, el abogado Enrique Piragini denunció al matrimonio de Néstor y Cristina Kirchner por presunto enriquecimiento ilícito, luego de que trascendiera que, de acuerdo a la Declaración Jurada de ambos, su fortuna había crecido más del 150% respecto del ejercicio contable anterior.

Durante meses corrió el rumor de que el juez Norberto Oyarbide iba a sobreseer a los cónyuges antes de que terminara el año 2009 y hasta hubo filtraciones del avance del expediente a los medios. Todo lo sucedido a lo largo de estos meses fue más que sospechoso.

Finalmente, en lo que podría considerarse el mejor regalo de Navidad, el matrimonio gobernante obtuvo el esperado sobreseimiento, aún cuando los documentos presentados por sus propios contadores adolecen de graves irregularidades.

El Dr. Piragini intentó ser querellante en el expediente de marras a efectos de poder apelar el eventual fallo absolutorio, pero jamás le fue permitido, ni por Oyarbide ni por sus superiores de la Cámara Federal.

En una exclusiva entrevista concedida a Tribuna de periodistas –Piragini no da reportajes a los medios-, el letrado brindó certeras y explosivas definiciones :

-“De la negativa de la Cámara Federal me enteré por los medios”.

-“Una vez notificado fehacientemente recurriré a través de un recurso de casación”.

-“Ojo, porque sigo habilitado y legitimado como pretenso querellante pues no se trató el fondo de la cuestión”.

-“Todo es una vergüenza, pero es lo que tenemos en la justicia. Inclusive ahora me enteré que Néstor K dijo que tengo 20 procesamientos, lo cual no sólo no es cierto sino que implica inteligencia interior, lo cual está prohibido por ley, así que veré si lo denuncio a él y a Aníbal Fernández por sostener esos dichos injuriosos”.

-“A partir de ahora la honra de la gente se tira a los perros, porque no hay sanción penal y con unas monedas se burlan de todo y de todos”.

En el tramo final de la entrevista, Piragini arrojó una frase reveladora: “será duro lo que se viene”.

Totalmente de acuerdo con el abogado.

Christian Sanz