El escritor peruano y Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, expresó sus críticas contra los denominados "gobiernos populistas" y afirmó que esa práctica "es una enfermedad de la política".
Además, el dramaturgo se quejó porque "la izquierda convirtió la palabra liberal en mala palabra". Sobre el populismo, el escritor aseguró que es "una práctica muy antigua" y lo definió como "sacrificar el futuro en nombre de un presente que te da popularidad".
Por tal motivo, descartó que el populismo fuese una ideología y dijo que fue aprovechado por partidarios tanto de la izquierda, de la derecha, como de las dictaduras.
"Es una enfermedad de la política, pero no se la puede llamar ideología. Ideología es una especie de religión laica que da una respuesta completa para todo y que, como las religiones, establece cánones, es una forma de fanatismo laico", indicó el último Nobel de Literatura.
Vargas Llosa aseguró que sigue "apenado" porque en la Argentina algunos no quieren que hable, en relación a la oposición que surgió al discurso que ofrecerá el próximo jueves en la apertura de la 37ma Feria del Libro de Buenos Aires.
En ese sentido, el escritor peruano afirmó que está siempre "a favor de conversar".
"Por eso me sorprendió tanto que colegas argentinos quisieran vetarme en un acto eminentemente literario. Los intelectuales tienen que estar abiertos al disenso. Esta posición revela una intolerancia que creo lamentable, lo menos que se puede pedir es respetar el principio de la diversidad, del diálogo entre opciones diferentes, porque si no, ¿a qué llegamos? A un soliloquio monocorde y eso no puede considerarse cultura", admitió.
En declaraciones a un matutino porteño, el autor de "El sueño del celta", evaluó a la Argentina en general y consideró que es un caso "muy trágico".
"Cuando tres cuartas partes de Europa penaban por sobrevivir, la Argentina era desarrollada. No había casi analfabetismo, existían instituciones, grandes pensadores democráticos, liberales. Eso debería haber permitido construir un país similar a Suiza, a Suecia", afirmó Vargas Llosa.
Como justificativo de este cambio, el escritor peruano dijo que el país esbozó políticas erradas que han provocado "problemas insospechados", aunque aseguró admirar al país, "que alcanzó un momento extraordinario".
Al ser consultado sobre la política en general, Vargas Llosa indicó que en la actualidad es un "entramado sucio, enrevesado, donde se muestra lo peor que tiene el ser humano".
También se refirió, entre otros, a Cuba, sobre la que afirmó que fue la causa de su distanciamiento con mucha gente con la que tenía una buena relación.
"Me distancié de mucha gente por Cuba, fue como una especie de guerra civil. Yo había sido muy amigo de Mario Benedetti: nos distanciamos y lo lamenté. Al final nos reencontramos con mucha cordialidad. Pero fue espantoso, las ideologías creaban fronteras, unas enemistades irreconciliables", confesó.