A principios de junio de este año, Tribuna de Periodistas publicó parte de la trama que complicaba a la familia de María Marta García Belsunce, en realidad no por el crimen de esta última en sí, sino por el encubrimiento llevado a cabo por el clan.
Allí se hizo hincapié en la “cadena de desaciertos” que estos llevaron adelante a lo largo de los años, desde ese fatídico 27 de octubre de 2002 —cuando mataron a María Marta— hasta el día de hoy. Esa errática conducta fue la que terminó jugando en contra de ellos mismos.
Hay que mencionar que lo que la familia siempre supo denominar como "errores", son permanentes contradicciones y mentiras familiares que han sido rebatidas a lo largo del tiempo, no solo por el periodismo sino también por
No es casual que la mayoría de los que estuvieron de una manera u otra involucrados en esa investigación coincidan en sentirse traicionados por este mismo clan. ¿No es revelador, por caso, que el fiscal Diego Molina Pico coincida con la masajista Beatríz Michelini —hoy sobreseída en el mismo expediente— en tal sentido?
“Hoy se sabe que la familia mintió, eliminó pruebas, limpió el lugar del hecho, detuvo a la policía que se dirigía al sitio del crimen y hasta quiso cremar el cuerpo de María Marta. Es lógico que, si se analizan esos hechos por separado, pueden parecer ‘simples torpezas’; pero cuando se mira todo el panorama en conjunto, esto dista de ser un mero error”, publicó MDZ en junio pasado, casi anticipando la condena que llegó este viernes.
En ese artículo se preguntó retóricamente algo casi obvio: ¿Pueden equivocarse tantos fiscales y jueces a la hora de sospechar de la familia? ¿No es demasiado estúpido creer, como dice el clan, que las acusaciones solo se sostienen en los supuestos deseos de venganza del fiscal Molina Pico?
Decíamos ayer
Para entender la trama que se esconde detrás de la muerte de María Marta, solo hay que releer lo escrito en el artículo mencionado más arriba:
A la hora de hablar de situaciones embarazosas, no estaría de más preguntarse por qué la familia omite hablar del paso de Carlos Carrascosa por el Banco General de Negocios, entidad dedicada a lavar dinero para diversos grupos mafiosos vernáculos y foráneos. ¿Es casual en ese sentido que la mayoría de los integrantes de este clan se dediquen a ser operadores bursátiles? ¿Por qué ese revelador dato es sistemáticamente ocultado por la familia?
Ese silencio está debidamente estudiado: de lo contrario, se revelaría el móvil de la muerte de María Marta, vinculado a millonarias operaciones de blanqueo de dinero en beneficio de sospechosos financistas mexicanos. No se trata de una versión periodística, sino de un dato que surge de dos importantísimas fuentes de información:
1-Las computadoras de María Marta secuestradas por
Las conexiones del grupo llegaban hasta el mismísimo Banco General de Negocios donde trabajó el hermano del "Bicho" Fernández Ocampo. El BGN, de los hermanos Rohm, fue investigado por lavado de dinero en una causa donde se registró el blanqueo en
2-El testimonio de un ex jefe de Interpol apellidado Ponce Edmonson, quien admitió ante este y otros colegas que había operaciones cruzadas entre narcos mexicanos y los Belsunce.
Ante semejante panorama, no es menor el dato de que Carlos Carrascosa hubiera sido señalado como "lavador de dinero" mucho antes de que María Marta fuera asesinada ni que su nombre apareciera mencionado tangencialmente en el informe de lavado confeccionado oportunamente por Elisa Carrió.
Concluyendo
Como puede verse, Tribuna anticipó de alguna manera la condena que finalmente impactó contra los familiares de María Marta —junto al médico Ramón Gauvry Gordon y el vecino Sergio Binello—, así como el sobreseimiento de la masajista Michellini.
El final del artículo de marras lo dijo casi proféticamente: “En los días venideros, los testimonios de vigiladores, vecinos y otros testigos, terminarán de echar por tierra los argumentos esgrimidos hasta ahora por la familia.”
Más claro, imposible.