Este martes se confirmó uno de los tantos rumores que estuvieron circulando durante los últimos días en cuanto a la conformación del nuevo Gabinete de Cristina Fernández.

Y es que ya hay un ministro con puesto asegurado en el Gabinete y altas recomendaciones de su padrino político, Julio De Vido. Se trata del chubutense Norberto Yahuar, actual subsecretario de Pesca, quien pronto asumirá como Ministro de Agricultura en reemplazo de Julián Domínguez.

 “Son cincuenta años de desmanejo y no soy Harry Potter”, le decía Yahuar a la Revista Puerto en 2009 sobre la crítica situación del sector. Allí, el ministro prometió acabar con el flagelo que dilapidó esa actividad en los años 90: los deliberados permisos de pesca; pero en la entrevista se lo pone en un aprieto sobre por qué trajo consigo a uno de los precursores de esos desaguisados y quien prácticamente se encargaba de fabricar esos permisos a medida, Jorge Quincke. “Esto no sirve para limpiar su buen nombre, eso lo determinará la justicia si es o no responsable”, respondió.

Yahuar, hombre versátil si los hay, supo ser funcionario pesquero y petrolero de la provincia de Mario Das Neves y hombre de este último.

“Yahuar es el fiel exponente del funcionario corrupto argentino, pisoteando las leyes las acomoda a su antojo a través de decretos y resoluciones para asegurar la caja rosada por sobre todos los intereses de trabajadores, recursos, en definitiva, por sobre la Nación”, asegura el colaborador de Tribuna de Periodistas y Oficial de Marina Mercante, Roberto Maturana.

“Yahuar se dio el lujo de permitir se arrojen al mar miles de peces que se traducen en el alimento que falta a nuestros desposeídos de presente y futuro”, indica quien ha escrito decenas de artículos desmenuzando los desaguisados pesqueros en manos de quien ahora fue bendecido con otro ministerio.

¿Qué premia el kirchnerismo al designarlo al frente de una cartera tan relevante como la de Agricultura? Tal vez la respuesta la haya dado el propio Yahuar hace años: al asumir su cargo como subsecretario de Pesca, ante un grupo de absortos armadores, se autotituló “el cajero de Néstor Kirchner”.

Más claro, echarle agua… de mar.

Carlos Forte