“Quiero contarles una anécdota nada más para que se entienda lo que digo y referida a mi provincia, para que nadie se sienta aludido”, dijo Cristina Fernández en su discurso como parte de la asunción de su segundo mandato al frente del poder Ejecutivo Nacional, refiriéndose al conflicto docente en Santa Cruz.
Varios puntos quedaron en el tintero durante ese discurso. Temas tan sensibles como la inflación, la inseguridad y la fuga de capitales quedaron opacados por la anécdota de la mandataria, quien se refirió a uno de los gremios más bastardeados por el Ejecutivo dando un claro mensaje de lo que no hay que hacer.
“Curiosamente el sector docente cobra el salario más alto de la República Argentina”, se animó a expresar y culpó a los maestros santacruceños por la millonaria pérdida de regalías petroleras que sufrió el país y la provincia.
“La presidenta omitió decir que Santa Cruz tiene la canasta básica más alta del país y que su comparación respecto de los salarios con el resto de los trabajadores docentes es capciosa, ya que en ningún caso alcanza a cubrir el 50% de la canasta básica”, señaló el dirigente gremial de Adosac (Asociación Docentes de Santa Cruz), Pedro Muñoz.
El sitio OPI Santa Cruz señala hoy que la misma mala disposición para con los docentes, ya había sido manifestada por Cristina el día que estrenó la banda presidencial en diciembre de 2007. “Yo me eduqué en una escuela pública donde había clases todos los días, donde los maestros sabían más que los alumnos” los aleccionó sin piedad.
Un odio particular e inexplicable
“Desde el primer día de gobierno en la provincia los Kirchner supieron gestar un odio muy particular e inexplicable en contra de los maestros. A poco de asumir aplicaron a los maestros un ‘adicional por presentismo’ consistente en una suma fija, arbitraria, y sin aportes de ley”, señala el artículo de Héctor Barabino.
“Los Kirchner se jactaban de cumplir a rajatabla con un calendario escolar de 180 días aunque los maestros tuvieran que ir a trabajar enfermos, y el descuento del presentismo rigiera aún en los casos de licencia por maternidad. Cuando en 1991 decretó la emergencia económica que incautó los sueldos de diciembre y el aguinaldo y los rebajó en 15%, el Ejecutivo elevó a 14 puntos el aporte docente a la caja de jubilaciones dejando en 5,5 puntos la contribución patronal 'por un error de tipeo' según el Gobierno. El supuesto error permaneció vigente durante 15 años resintiendo seriamente el sistema previsional”, agrega.
La lucha de los docentes santacruceños ha sido la piedra en el zapato del kirchnerismo, ya que fueron la voz que se animó a mostrarle a la Argentina que no era todo color de rosa en las tierras K, y que no tenía por qué ser diferente a nivel nacional.
2002: “Si van a ir a la casa de un compañero, vamos a ir a la casa de ellos”
En 2002 municipales de esa provincia junto a los docentes fueron duramente vapuleados por el entonces gobernador santacruceño, Néstor Kirchner y su esposa.
El periodista Daniel Gatti lo supo relatar mejor que nadie en su libro El amo del feudo.
"El jueves 24 de enero de 2002, se difundió la fecha de la 1ra. convocatoria. Durante los días previos, los llamados telefónicos a las radios alentaban a la movilización de los municipales, a quienes se les sumó el gremio docente y el de los trabajadores del privatizado Banco de Santa Cruz que afrontaban una rebaja salarial. También sectores de la administración pública provincial y del Frente de Unidad Trabajadora.
Cuando alguien nombraba a un funcionario, las cacerolas quedaban abolladas, y siguieron sonando cuando se mocionó marchar a Casa de Gobierno, aunque con recomendaciones de mantener la calma y no provocar algún incidente.
De contramano, por Avenida Roca, de Río Gallegos, la cerrada columna se detuvo en el edificio del Tribunal Superior de Justicia, que tenía una única ventana iluminada, la que ocupaba su titular, Carlos Zannini, el Chino.
Dos ateridos agentes de policía los vieron llegar a la Rosadita, y los escucharon gritar: ‘Se va a acabar / se va a acabar / esa costumbre de robar’. Otra pareja de policías los escuchó, luego, en la residencia del gobernador Néstor Kirchner, quien como era costumbre en los últimos años, no se encontraba en Río Gallegos.
La 2da. marcha lo encontró al gobernador Kirchner con más reflejos, junto a Alicia Kirchner y a Héctor Icazuriaga, organizó un acto de desagravio en la puerta de la Rosadita, mientras la marcha cacerolera se aproximaba al lugar, y algunos insultos partieron de las veredas oficialistas, ocupadas por los incondicionales del poder.
La presencia de la guardia civil de Kirchner y de matones en actitudes más agresivas, obligó a los caceroleros a evitar pasar por la Casa de Gobierno, y marcharon hacia las viviendas de los funcionarios y de los comunicadores oficialistas.
Las residencias de Zannini, de Icazuriaga, de Lázaro Báez, del Bicho Ocampo, y del diputado Muratore y Sra. (o sea Laura Ballester, jueza del Tribunal Superior de Justicia), y las sedes de La Opinión Austral, los canales 2 y 9, y la radio y el periódico de Rudy Ulloa, sufrieron escraches.
En cada caso, sin embargo, la gente de la Asamblea protegió vehículos, jardines y viviendas, y sólo permitió algunos timbrazos.
Cada viernes, el panorama era similar. Pero la concurrencia comenzó a menguar por el frío y por la ausencia de los partidos políticos, algo resentidos por la consigna ‘que se vayan todos’.
También influyó la presencia de la guardia pretoriana de Kirchner, la ausencia policial (en cierta ocasión, durante un escrache a la casa de Icazuriaga, un patrullero quedó frente a una columna que avanzaba; velozmente giró en U y se alejó de contramano), y algunos atentados como el que sufrieron el vehículo y la vivienda del matrimonio Rodríguez Palermo, participante de la Asamblea.
El intendente Aburto se caía por el peso de su propia corrupción, imparable. A días que un escándalo de orden privado terminara con el sostén que le brindaba Kirchner, el gobernador convocó a sus adeptos, incluyendo a los más díscolos, a un acto en el Comando del Frente para la Victoria Santacruceña.
Unas 600 personas se reunieron para escuchar a Kirchner, aunque en la prensa se afirmó que eran 1.500; y algunos colaboradores del gobernador dejaron filtrar fragmentos del discurso, amenazador hacia los caceroleros.
Recuerdo haber tenido una copia en mis manos y discutir si convenía o no poner la cinta en el aire, lo que finalmente hicimos en A los Cuatro Vientos, por FM Abril, porque las amenazas y la incitación a la violencia tenían una entidad superior a cualquier operación de prensa, cuando provenían de la boca de Néstor Kirchner: ‘¿¡¡Cómo puede ser, compañeros!!? Que los compañeros, a veces, se queden callados y permitan este tipo de cosas. ¡¡Hay que salir a defender!! No podemos permitir que agredan la municipalidad ni más ninguna estructura que corresponda a nosotros. Somos muchos, salgamos a la calle ¡¡y se terminó con este tema!! (...) pero tenemos que salir con todo. ¿Cómo vamos a permitir que haya 4 ó 5, esos dirigentes del FUT que sacan 200 votos por elección, o cuatro tipos que no representan a nadie, que salgan a descalificar y a agredir? ¡Compañeros! No hay que permitir este tipo de cosas. ¡¡Hay que defender con fuerza y con orgullo!! Basta. Si van a ir a la casa de un compañero a agredirlo o a molestarlo, vamos a ir 200 ó 3000 ó 500 ó 1.000 a la casa de ellos, esto que quede absolutamente claro’.
Kirchner siguió: ‘¿¡¡Cómo puede ser que ustedes!!?... Justo yo me fui a Calafate... pero ¿cómo puede ser?...’
Según señala Gatti, las amenazas de Kirchner provocaron que los abogados Dino Zaffrani y Javier Pérez Gallart, se presentaran ante la justicia con gente de la Asamblea Permanente del Cacerolazo, denunciándolo por incitación a la violencia. “La causa fue a manos del juez Santiago Lozada, quien la envió al fondo de sus archivos”, concluye el extracto del imperdible libro.
2007: para los docentes, nada
En 2007 los docentes y estatales volvieron a salir a la calle para reclamar por el blanqueo de sus salarios y un aumento que los acercara mínimamente al costo de vida de una de las canastas básicas más caras del país.
Sin negociaciones paritarias el gobierno decidió otorgar un incremento de sueldos por decreto dejando expresamente sentado que “para los docentes no había nada”, molesto por la negativa de los maestros de aceptar solo $50 pesos de aumento.
“La actitud del gobierno desató un conflicto que se tornó interminable y violento, hubo atentados contra la ADOSAC, fue incendiado intencionalmente el auto del sindicato, hubo represión policial, gendarmes cuidando el orden, discursos oficiales mentirosos y temerarios, procesamiento de docentes, y el violento incidente protagonizado por el funcionario K, Daniel Varizat, quien con su camioneta 4×4 arrolló a una veintena de manifestantes” recuerda OPI.
Gendarmería reprimió la marcha de los maestros de Adosac y no permitieron que se avance por una calle donde estaba ubicada la residencia del propio Néstor Kirchner. “Insólitamente, en lugar de custodiar las fronteras del país, los gendarmes se concentran en la casa del primer mandatario y Casa de Gobierno de Santa Cruz como si fueran objetivos sensibles, al tiempo que hacían tareas de inteligencia sobre los manifestantes”, señalaba en ese entonces el periodista Marcelo López Masia, quien realizó una extensa investigación en la provincia de Santa Cruz.
2011: un largo camino a casa
En junio de este año los docentes viajaron desde Santa Cruz hasta el Ministerio de Trabajo de la Nación, asentándose con carpas en ese lugar de la Capital, con intenciones de quedarse hasta que se destrabara el conflicto que vivían hace dos meses exigiendo un aumento de salarios del 50%.
Cuando la Policía Federal les ordenó que levantaran las carpas, estos se negaron y sufrieron una feroz e inexplicable represión por parte de fuerzas de seguridad, quienes en pleno invierno los embistieron con camiones hidrantes, mientras que desde el Ejecutivo le transmitieron que el conflicto debía resolverse en su provincia.
El encono que Cristina demostró seguir teniendo con los docentes santacruceños no debería ser tal, luego de que estos actuaran siempre como un incesante recordatorio de un progresismo lejos de todo “progreso”, que ahora la Presidenta no se ocupa de ocultar.
Eliana Toro
Twitter: @toroeliana