Las dudas por la muerte de Carlos Soria tardarán en disiparse, no solo por el gran secretismo oficial sino también por la premura para inhumar al hace poco electo gobernador de Río Negro.
Histórico dirigente del PJ, Soria llegó a desempeñar distintos cargos dentro de la función pública, incluso en la titularidad de la Secretaría de Inteligencia —ex SIDE—, hasta que llegó a la Gobernación rionegrina en diciembre pasado, tras casi treinta años de hegemonía radical en la provincia.
En 2011, con el Frente para la Victoria, Soria hizo historia en Río Negro al desbancar al radicalismo de la titularidad de la provincia que tenía desde el retorno de la democracia en 1983.
La relación con la Casa Rosada había mejorado en el último año electoral, aunque su vínculo con el kirchnerismo había tenido varios puntos de tensión, el más alto en 2002, cuando la presidenta Cristina Fernández denunció que la SIDE, que Soria manejaba, espiaba al entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner.
Según recuerda Noticias Argentinas, Soria nació en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca en 1949 y estaba casado con Susana Freydoz, con quien tenía cuatro hijos.
En 1962, se trasladó junto a su familia a la localidad rionegrina de General Roca, para alejarse de la persecución contra su padre, Ernesto Soria, activo militante peronista que había sido detenido en varias oportunidades.
En Río Negro comenzó su carrera política —tras recibirse de abogado en 1973— y volvió a la provincia de Buenos Aires cuando Eduardo Duhalde era gobernador provincial y lo convocó, en octubre de 1999, para ser ministro de Justicia.
Fue funcionario provincial por dos meses, ya que en diciembre asumió como diputado nacional por ese distrito.
Luego, cuando Duhalde asumió la Presidencia volvió a convocarlo para hacerse cargo de la jefatura de la SIDE.
En ese lugar comenzó la relación complicada con los Kirchner, ya que la actual Presidenta denunció que la SIDE que manejaba Soria espiaba a Néstor Kirchner.
Luego, con el santacruceño en la Presidencia, Soria volvió a Río Negro y fue electo intendente de General Roca entre 2003 y 2011, cuando fue reemplazado por su hijo para asumir la Gobernación provincial.
Llevaba sólo 21 días en el cargo cuando este domingo falleció en un confuso episodio en una chacra de su propiedad cerca de General Roca.
Había accedido a la gobernación provincial tras imponerse en las elecciones con el Frente para la Victoria por el 49,11 por ciento de los votos, con casi 14 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, el radical K César Barbeito.
A esta hora, en medio de tantas sospechas, ningún funcionario del gobierno nacional ha hablado al respecto.
Carlos Forte