Los incidentes que vienen ocurriendo en Andalgalá, Catamarca, en los últimos días, han merecido el análisis de los principales medios de comunicación. No solo por la importancia de alertar sobre lo que podría provocar la minería a cielo abierto, sino también por la saña con la que ciertos matones —algunos de ellos a sueldo de las empresas mineras— se han alineado con el objetivo callar al periodismo.

Sin embargo, hay una radio comunitaria catamarqueña que merece una mención especial por la valiente labor de dar a conocer este conflicto, sin temer al violento amedrentamiento que por estas horas se vive en esa localidad. Se trata de FM 105.3Mhz, radio El Algarrobo.

Allí logran tener voz los activistas que trabajan a favor del medio ambiente y también se da a conocer minuto a minuto todo lo que ocurre en la periferia del conflicto.  

En realidad, en los últimos días esta comunicación ha quedado trunca, ya que la emisora se encuentra interferida. Así se ha comunicado oficialmente:

“La Radio Comunitaria FM 105.3Mhz El Algarrobo está interferida desde el día jueves 9 de febrero de 2012. Emisora que cumple un rol fundamental en la comunicación de los pueblos de la zona ante la militarización, persecuciones, secuestros y golpizas que viven los vecinos y las vecinas por parte de la empresa megaminera ‘Bajo La Alumbrera’ y la fuerza de seguridad provincial.

En el caso particular de la radio comunitaria El Algarrobo, nace en el 2009 en Andalgalá, Catamarca, en un contexto de resistencia contra la megaminera ‘Bajo La Alumbrera’, la cual viene explotando los cerros y contaminando el agua desde 1995.

Desde entonces, las vecinas y los vecinos organizados en torno a este medio de comunicación comunitario trabajan todo el año para sostener la grilla de programación y hacer crecer la radio. Así, radio El Algarrobo se fue convirtiendo en un espacio de acceso y participación ciudadana tanto como en un medio plural y democrático.

No obstante, las amenazas a la Radio por parte de la empresa megaminera son constantes. Amenazas de violencia física contra los radialistas, exigencias de cortes de transmisión y persecuciones a los periodistas y vecinos se han evidenciado en esta última semana de cortes y manifestación de la población.

El 9 de febrero a las 21hs, mientras se transmitía el conflicto en Tinogasta, fue interferida la transmisión de aire de la radio impidiendo la comunicación entre los pueblos, censurando la posición de las y los vecinos en contra de la megaminería y violando el derecho fundamental a expresarse y comunicar.

Pese a la presión y reclamos del pueblo, pese a la relativa facilidad con que ese podría rastrear la emisión de interferencia, la radio continúa interferida”.

Es necesario mencionar que durante la mañana y al mediodía de este lunes, una docena de casas de asambleístas y vecinos —la mayoría viven a los alrededores del predio en donde está situada la radio— fueron allanadas por la policía andalgalanse con orden de la fiscal Karina Name. ¿El objetivo? Presuntamente encontrar armas de fabricación casera debido a una denuncia que hicieron puntuales empresarios mineros. Allí encontraron remeras, gomeras, y “miguelitos”. Por supuesto todos los allanamientos dieron negativos y no hay detenidos.

Lo cierto es que mientras El Algarrobo informaba sobre los allanamientos, fue nuevamente interferida. Hay que recordar también que durante la represión en Belén de la semana pasada, recibieron llamados telefónicos donde se los incitaba a cortar la transmisión o de lo contrario prenderían fuego las instalaciones.

En la imagen puede verse la humildad y precariedad de la radio más incómoda de Catamarca, que con tremendo sacrificio en abril de 2011 logró extender su antena, lejos de cualquier súper usina de operaciones mediáticas o centro de información terrorista que algunos parecer ver allí.

¿Adónde quedaron las afirmaciones oficiales respecto a no criminalizar la protesta? ¿A dónde quedaron las ganas del Gobierno de impulsar las radios comunitarias mediante la Ley de Medios?

Nadie responde a esta y otras preguntas, y ese incómodo silencio oficial empieza a retumbar en los oídos de los propios propagandistas del régimen K.

Eliana Toro
Twitter: @toroeliana