La causa judicial que investiga la muerte de la pequeña Candela Rodríguez, ocurrido en agosto de 2011, acaba de sufrir un duro revés que promete traer escándalo. Es que, la Cámara Penal de Morón decidió separar al juez que estaba al frente de esa indagación, Alfredo Meade, y determinó la libertad de todos los imputados, quienes ahora aparecen como “chivos expiatorios”. Se trata de los siguientes imputados: Gladys Cabrera, Guillermo López (31), Fabián Gómez (42), el carpintero Néstor Altamirano (55), Leonardo Jara (34), Héctor "Topo" Moreyra (44), Hugo Bermúdez (53) y Alberto Espínola (31).
En su extensa resolución —58 fojas de inusual dureza—, esa sala sugiere también que se investigue la actuación del fiscal Marcelo Tavolaro y determinó la nulidad de todas las declaraciones indagatorias. Esto lleva a ese expediente a “fojas cero” y obliga a comenzar una nueva indagación judicial.
Debe mencionarse que Tribuna de Periodistas anticipó pocos días después de que apareciera el cuerpo de Candela, en septiembre de 2011, que los detenidos eran meros “perejiles” y que debía investigarse a la familia de la pequeña frente a la posibilidad de que su muerte se enmarcara en el marco de un “vuelto” vinculado con la venta de drogas.
En la misma línea, sospechando de la inocencia de los detenidos, este portal planteó una serie de interrogantes que hoy aparecen reveladores:
-¿Por qué los supuestos responsables del secuestro de Candela habrían pintado la fachada de la vivienda donde la tenían cautiva? Se supone que delincuentes verdaderamente profesionales jamás hubieran buscado llamar la atención. ¿No era mejor dejar la casa como estaba, desvencijada y que pareciera abandonada?
-¿Por qué en su momento los mismos investigadores no encontraron nada en ese mismo domicilio de la calle Kiernan y ahora sí?
-¿Cómo es que supuestos profesionales de la talla de los referidos —no olvidar que hasta se ocuparon de limpiar el cuerpo de Candela de toda huella—fueron tan poco cuidadosos respecto a las huellas en la referida casa y hasta en una camioneta donde habrían trasladado a la niña?
-¿Por qué la policía fue tan reticente para con el periodismo al comienzo de la investigación y ahora permite que las cámaras de televisión graben hasta cómo se toman las huellas en el lugar?
-¿Por qué en su momento se dijo que era perjudicial para la indagación que se mostrara cómo trabajaban los investigadores y ahora no lo es?
-¿Es realmente creíble que una mujer mayor, un carpintero y tres fleteros sean los responsables de un secuestro tan bien planificado?
-¿Tan idiotas son los secuestradores que pusieron comida para perros al lado del cadáver de Candela y conservaron la misma comida en la casa donde supuestamente estuvo secuestrada?
-¿No es revelador que desde el “comando especial” admitieran que ninguno de los cinco detenidos este lunes coincidía con el perfil de miembros de una banda de narcotraficantes? ¿Por qué ahora dicen que podría haberse tratado de un sacrificio en un ritual religioso?
-¿Por qué nadie se pregunta si la aparición de Candela a metros de la comisaría de Villa Tesei no fue un mensaje justamente hacia los efectivos de esa dependencia?
-¿Cómo es que en casos como el de Nora Dalmasso se demoraron largos meses para un estudio de ADN y con Candela bastaron unas pocas horas?
-¿Por qué sigue sin resguardarse prueba fundamental de la investigación?
En los días en los que estas preguntas se publicaron, quien firma estas líneas fue duramente acusado por algunos colegas que solo supieron ceñirse a la historia oficial que tanto el juez como el fiscal regalaron a los medios.
Como es costumbre, Tribuna desconfió desde un primer momento y decidió investigar por su cuenta. La media docena de artículos que resultaron de ese arduo trabajo, están publicados en el sitio y refrendan el fallo que se conoció este mediodía, con una coincidencia de conceptos que sorprende.
Resta ahora saber qué harán los otros medios frente a las farragosas falsedades que publicaron en los últimos meses. ¿Pediran disculpas a sus lectores o harán como en la causa AMIA, donde impusieron el “borrón y cuenta nueva”?
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Christian Sanz
Twitter: @cesanz1