Atento a lo que definió como una posible fractura entre PJ y kirchnerismo en Buenos Aires, Francisco de Narváez aseguró que espera formar parte de una nueva construcción del justicialismo "anti K", para lo cual mira con expectativa los pasos que dé el gobernador Daniel Scioli.
"El peronismo comienza a deslizarse de lo que fue el kirchnerismo y hoy es el cristinismo. Hay una fractura entre cristinismo y La Cámpora y el peronismo y esto en la Provincia de Buenos Aires comienza a verse claramente", aseguró el tres veces candidato a gobernador provincial.
En diálogo con Noticias Argentinas evitó hablar directamente de su apuesta por Scioli, pero marcó las diferencias que el gobernador tuvo con el kirchnerismo puro y lo definió como un dirigente que "tiene un basamento en el peronismo". En ese contexto, el diputado nacional del Frente Peronista manifestó que tiene "una firme vocación de ser parte de una construcción que tenga eje en el justicialismo de la Provincia" y que desde ese lugar se vayan "marcando puntos y diferencias con el frente para la Victoria".
"El conflicto entre el gobernador Scioli y el vice (Gabriel) Mariotto tiene que terminar, les está haciendo mal a los bonaerenses. Tal vez es una punta de lanza a cómo quiere proceder el kirchnerismo con dirigentes como Scioli que realmente tiene un basamento en el peronismo", agregó. De Narváez fue cuidadoso al ser consultado sobre si espera que Scioli en algún momento se pare en la vereda de enfrente del kirchnerismo y dijo que es "muy temprano para establecer personalismos".
Sostuvo que "el gobernador es una persona de diálogo y paciencia" pero remarcó que "todo tiene un límite" y subrayó que "la actitud del gobierno nacional en cabeza de Mariotto hacia el gobierno de la Provincia está superando los límites". Entonces, mencionó la creación de la agrupación La Juan Domingo, encabezada por el senador provincial Baldomero Álvarez de Olivera, como un fenómeno de corrimiento del propio sciolismo.
"Es muy temprano para establecer personalismos, pero sí veo lo que va a pasar el 5 de mayo con (el lanzamiento en Los Toldos de) la Juan Domingo cuando una serie de dirigentes del peronismo de la Provincia se van a manifestar públicamente", apuntó. Para De Narváez, "el peronismo comienza a olfatear que con el cristinismo no tiene ningún destino y se comienza a reordenar" y en ese contexto agregó: "Quiero ser parte de ese reordenamiento".
No descartó que dentro de ese eventual reagrupamiento de peronistas opositores esté el actual secretario general de la CGT, Hugo Moyano. "Está en una interna importante, natural en la CGT, pero no descarto que sea un protagonista de la construcción de un peronismo distinto al cristinismo y es un momento para mirar para atrás y aprender de los errores pero construir un frente electoral con eje en el peronismo que permita ganar la elección de 2013 y gobernar en 2015", amplió.
En cambio, pareció marcar un límite con el PRO de Mauricio Macri, su ex aliado en la elección legislativa de 2009, que concluyó con el triunfo sobre la lista encabezada por Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires. El jefe de Gobierno porteño dijo hace unos días —durante una excursión bonaerense— que no descarta volver a hablar con De Narváez para restablecer la alianza Unión PRO de 2009.
"De hablar seguro —respondió De Narváez— y lo hacemos con alguna periodicidad, pero por lo que sé el PRO ha designado o le ha ordenado a Gabriela Michetti ser candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, cosa que me parece enriquecedora, pero nosotros vamos a ir construyendo desde el peronismo". No obstante, dejó abierta la puerta a un reencuentro: "Veremos cómo estamos el año que viene. Lo que sí sé es que la estrategia política del FPV es dividir y la nuestra debe ser unir".