Ayer sábado, la localidad de Tinogasta, provincia de Catamarca, fue escenario de una nueva y violenta represión contra manifestantes antimineros que realizaban un corte selectivo sobre la ruta 60, para evitar que camiones con insumos ingresen a la minera La Alumbrera.
Infantería estuvo al frente del desalojo utilizando palos, gas pimienta e itakas con balas de goma. Sin embargo, llamó profundamente la atención la detención de tres de los asambleístas que —a 700 metros del corte— fueron aprehendidos a las 14 horas por una camioneta de infantería que los tiró al piso para golpearlos duramente antes de hacerlos ingresar al móvil policial.
“La manera en que se los llevaron fue prácticamente un secuestro, ellos no estaban en el bloqueo”, comentaba una de las asambleístas a la reconocida radio comunitaria El Algarrobo, la cual ya ha sido interferida y amenazada con incendiarla si continúan cubriendo los cortes. El video del momento de la detención terminó confirmando la feroz manera en la que fueron detenidos los tres manifestantes.
Eduardo Argañaráz, Darío Moreno y Ezequiel Koch atinaron a pedir por la ventanilla de la camioneta a sus compañeros que los sigan y que no los pierdan de vista, para que puedan atestiguar a qué lugar se los estaba llevando. Esto motivó la ira de los efectivos de Infantería que continuaron agrediéndolos físicamente aún dentro del automóvil. “Siempre que detienen a alguien tratamos de seguirlos. Sabemos que las mineras hacen desaparecer gente en otros países”, relataba una de sus compañeras a esa emisora.
Sin embargo, fueron perdidos de vista y recién alrededor de las 21 horas pudo saberse en qué lugar se encontraban. Dos de las comisarías donde se preveía que pudieran estar —la de Tinogasta y Fiambalá—se negaron durante toda la tarde a otorgar cualquier tipo de información sobre el paradero de los tres hombres.
Finalmente, a las 22 horas, los tres detenidos que permanecían en la comisaría de Fiambalá fueron liberados. Radio La Retaguardia, en diálogo con uno de ellos, Ezequiel Koch, pudo reconstruir cómo fue el momento de la detención y lo que pasó más tarde mientras eran trasladados a esa localidad.
Ezequiel es oriundo de Buenos Aires y había viajado a Famatina, pero luego se trasladó a Tinogasta ante los rumores, finalmente cumplidos, que venían indicando sobre la posibilidad de que varios camiones pasarían definitivamente el bloqueo selectivo gracias a un inminente desalojo.
“La infantería que nos detuvo, venía custodiando los camiones como si fuese seguridad privada”, relató Ezequiel. “En cuanto a lo legal tengo menos información que los medios, nunca me dijeron por qué me habían detenido”.