En estas horas, en el Senado de la Nación se debate el proyecto oficial para habilitar a los jóvenes a votar a partir de los 16 años. Muchos observan la escena desde afuera y se preguntan: ¿Es oportuno el momento de hacerlo? ¿Es necesario? En verdad, la pregunta más acertada sería, ¿a quién le sirve?
Ciertamente, a los jóvenes no les suma ni les resta, ya que hasta ahora no se ha escuchado a ninguno de ellos reclamar por emitir sufragios a esa edad. De hecho, hay quienes a los 18 años tampoco entienden bien de qué va la política, no saben a quién pueden o deben elegir, e incluso manifiestan que a la hora de votar lo harían por el mismo candidato por el cual se inclinen sus padres.
Los que parecen beneficiarse son los mismos que hoy en día se encuentran haciendo proselitismo en las escuelas para lograr acopiar votos de cara al año 2013. Es decir, el Gobierno, a través de la siempre cuestionada agrupación La Cámpora. Estos son los que hoy se muestran prácticamente desesperados por conseguir el voto a los 16.
Hasta ahora, el Gobierno no han demostrado interesarse qué pasa con los jóvenes, como gusta decir y llenarse la boca. No hay planes de inclusión para ellos o proyectos concretos para ampliar sus derechos. No.
Únicamente les importa la idea de que voten a más temprana edad aquellos que podrían permitirles mostrar una elección digna frente a un panorama adverso, con una Cristina Kirchner que desciende 5 puntos de imagen positiva por mes.
Digan lo que digan, la única razón por la cual los jóvenes hoy se encuentran en el centro de la escena, es para justificar la locura que quieren llevar adelante. Y en ese mar de contradicciones, hay una serie de preguntas que jamás podrán responder: si a los 16 años se está capacitado para votar, ¿por qué no se pueden adquirir otros derechos? ¿Por qué se sigue siendo inimputable frente a la ley? E incluso, ¿por qué no pueden presentarse como candidatos?
El kirchnerismo ha demostrado no tener reparos a la hora de llevar a cabo sus planes, por lo que puede preverse que finalmente hará que voten los jóvenes e incluso los extranjeros.
Mucho podrán decir en estas jornadas de debate, pero no deben olvidar la frase que dijo una vez el General Juan D. Perón: "La única verdad, es la realidad".
Carlos Forte
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