Luego de intentar lo imposible, de ensuciar a medios independientes acusándolos de promover la manifestación que se hará esta tarde —como si ello fuera un delito—, el kirchnerismo deberá enfrentarse con la tan temida realidad. ¿Qué dirán los funcionarios K luego de la masiva concurrencia de gente que se prevé que marchará esta tarde? ¿Seguirán insistiendo con que una decena de periodistas y blogueros están detrás de tan magnánima convocatoria?
Ya se preguntó una vez desde este mismo espacio y se insiste en ello: si tan sencillo es movilizar masas de personas a través de las redes sociales, ¿por qué los grupos conformados por kirchneristas no logran la misma adhesión? Ahí es cuando muere el relato oficial.
Lo que ha pasado durante la última semana es sintomático de la ineficacia del Gobierno a la hora de manejar situaciones de crisis. Los discursos de los funcionarios K diciendo que todo se debe a un plan de la derecha “rancia y procesista” fueron tan parecidos entre sí que la movida se hizo harto evidente. Asimismo, la hiperactividad de Cristina Kirchner en estos días para mostrarse en constante movimiento, fue más que obvia en el mismo sentido.
Ni hablar de los insistentes ataques a periodistas y blogueros, a quienes se acusa de promover el 8N. Tribuna de Periodistas estuvo a la cabeza de esa embestida, con reiterados informes emitidos en programas como 678, Duro de Domar, C5N y América24, a los cuales se sumó la publicación de artículos —sin firma, obviamente— en diarios como Tiempo Argentino y Página/12, acusando a sus editores y periodistas de estar relacionados con nazis, militares y, casi casi, con Al Qaeda. ¿No será mucho?
La cantidad de notas que se hicieron contra este portal en la última semana, mostraron claramente quién es el adláter de la propaganda del kirchnerismo: Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Adolf Hitler. "Miente, miente, que algo queda", solía decir este con acierto, algo que el Gobierno cumple al pie de la letra.
Las relaciones trazadas en los informes publicados por medios K, son imperdibles. Si no fuera grave, podría decirse que se trata de uno de los mejores chistes de los últimos tiempos.
Sería productivo y útil que en alguno de esos envíos alguien hubiera demostrado al menos una sola de las barbaridades que se dijeron. Una foto, un llamado telefónico —de esos que surgen de las pinchaduras la ex SIDE— o un correo electrónico. Algo que relacione a quienes trabajan en esta redacción con las fuerzas armadas, como juran 678 y Tiempo Argentino, entre otros. ¿Tan complicado es para el Gobierno probar sus acusaciones teniendo a su favor el descomunal poder que le da el control del aparato del Estado?
Lo único que queda claro a esta altura es el temor que Cristina Kirchner y sus funcionarios le tienen al periodismo independiente. En el caso de Tribuna esto se magnifica a niveles increíbles. Debe decirse que, luego del grupo Clarín, es el medio más denostado y atacado.
Son incontables la cantidad de juicios penales y civiles, cartas documento y hasta injurias a través de medios K, que el Gobierno ha impulsado contra este portal en los últimos 9 años.
A ello se suma la mentira "en cadena" que los profesionales de TDP debieron tolerar en los últimos días. ¿Cuál será el límite? ¿Hasta dónde se puede llegar para ensuciar a un medio honesto e independiente?
Se dijo muchas veces, pero se insistirá una más: Tribuna de Periodistas no tiene vínculos ni con otros medios, ni con grupos político-partidarios. Tampoco con agrupaciones de ninguna índole y mucho menos con las fuerzas armadas, cuyo accionar en los años 70 es permanentemente cuestionado por este sitio.
Lamentablemente, no será la última vez que esto suceda, siempre el periodismo será culpable de todo lo que sucede en la Argentina. En ese contexto, TDP seguirá estando entre los medios más atacados por los gobiernos de turno.
Parece que jamás la culpa de los males argentinos será atribuida a la corrupción de los funcionarios vernáculos ni la ineficiencia oficial, sino a lo que cuentan los medios de prensa. ¿No es acaso una característica emblemática del populismo? ¿Qué hará el kirchnerismo cuando no haya prensa crítica, a quién le echará la culpa de todos los males?
En fin, poco importan los análisis en estas horas. Mal que le pese al kirchnerismo, después de lo que suceda esta tarde ya nada será igual.
Christian Sanz
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