Este jueves, se conoció que la polémica pesquera Conarpesa se comprometió a reincorporar a 115 empleados despedidos en la provincia de Chubut, luego de una gestión realizada por el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar.

En junio de este año, la pesquera que financió a los Kirchner despidió a sus trabajadores y amenazó con irse del país

Según un artículo de El Cronista, su presidente, el empresario español Fernando Álvarez Castellano, quien se autodefine como un hombre de negocios cercano al Gobierno, frente a la pregunta de si concuerda con el modelo no dudó en responder que es “kirchnerista hasta la médula”. “Además de estar de acuerdo con el modelo económico, crecí como empresario en la época de Néstor y Cristina Kirchner, mi mejor período fue con ellos, a diferencia de lo que me pasó con el ex presidente Carlos Menem, cuando al final de su mandato estuvimos a punto de cerrar”, dijo.

“Nunca me castigaron por ser kirchnerista, pero si el día de mañana Lilita Carrió, ojalá Dios no lo quiera, es presidente de la Argentina, el día anterior armo las maletas y me voy del país”, vaticinó.

Hay que recordar que la compañía pesquera de capitales españoles —Conarpesa—que financió la campaña presidencial de Néstor Kirchner en 2003, fue denunciada por Elisa Carrió por sus vínculos con el narcotráfico, lavado de dinero y asesinato de su competidor comercial: Rubén “Cacho” Espinosa.

"¡Che Cacho!"

El 30 de enero de 2003, a las 21:45 moría asesinado Raúl "Cacho" Espinosa, luego de denunciar una trama de narcotráfico que envolvía al kirchnerismo. Las últimas palabras que escuchó fueron las que pronunció su asesino justo antes de matarlo: "¡Che Cacho!". Inmediatamente después, sonó un disparo que le quitaría la vida.

Espinosa, uno de los propietarios de la Pesquera San Isidro, fue asesinado en la calle Lewis Jones 140, mientras llegaba a su casa junto a su esposa Lorena Gabarrús. Ambos descendían de su automóvil y se disponían a ingresar a su domicilio.

Tres meses antes, Julio De Vido, hoy poderoso ministro de Planificación Federal, había mantenido una sugestiva reunión con Espinosa en la cual, según confesó su viuda a la Justicia, le habría anticipado a su marido que podrían atentar contra su vida, cosa que posteriormente sucedió.

Se trata de una de las firmas que supo aportar millonarios fondos a las sucesivas campañas que Néstor Kirchner llevó adelante en Santa Cruz e incluso la que lo llevó a ocupar la primera magistratura el 25 de mayo de 2003; es decir, cuatro meses después de la sospechosa muerte de Espinosa.

No parece casual el dato de que este último viniera denunciando, justo antes de ser asesinado, los vínculos de Conarpesa con puntuales envíos de cocaína a Europa.

Pocos días antes de morir, Espinosa reveló parte de esa trama a la diputada Carrió. Con esa información, confeccionó en 2003 un duro informe donde reveló los nexos entre diversas empresas pesqueras.

La investigación tuvo trece jueces y ningún condenado.

José María González