Yo lo asemejaría más a un Buster Keaton o un Woody Allen; no por el genio interpretativo de cualquiera de ellos, sino por lo inexpresivo de los personajes --mayoritariamente amargados y excépticos-- que no registran una sola imagen o foto donde aparezcan sonrientes. La asimilación a Mr. Bean es una ironía para no referirse a Timerman directamente, como un payaso en escena. Del tradicional estilo del cuerpo diplomático argentino y del señorío y capacidad de sus históricos integrantes; que incluyen premios Nóbel, ya no queda nada. Los actuales parámetros selectivos, pasan no por la idoneidad sino por el mejor demostrado mérito de los alcahuetes o cortesanas de tiempo libre.

La intención de Inglaterra de incluir a los kelpers en las negociaciones bilaterales no es nueva ni inocente. Si se aceptara su intervención desde el punto de vista del Derecho Internacional se les estaría confiriendo status de parte, es decir, reconociéndoles como un tercer bloque con los derechos que de ello se desprenderían, es decir reconocer a Malvinas por fuera de la jurisdicción argentina. Esto y renunciar al reclamo de soberanía es lo mismo y daría pie a que la comunidad internacional reconociera a Malvinas y a los malvinenses como ajenos a la Argentina y al reclamo de nuestro país como inviable siendo que al aceptarlos como parte en conversaciones, le han reconocido dicho status. Esta pretensión británica se complementa con la "independencia" de las islas que propicia y su inmediata incorporación a la Comunidad Británica de Naciones, dejando así sin sustento la imputación de enclave colonial usurpado por la fuerza. Es por esto que ningún gobierno ha aceptado esta pretensión de la UK, y nunca lo podrá aceptar si es que desea la recuperación de esa porción de territorio nacional ocupado por una potencia extranjera. Y la Gran Bretaña si hoy está interesado en las islas lo es por su proyección sobre el Atlántico Sur y la Antártida. No en vano a la Antártida reclamada por Argentina la han bautizado con el nombre de su soberana. Esta es la realidad sobre la "participación" de los kelpers propiciada por Inglaterra. Ahora me pregunto por qué razones en lugar de recabar opiniones de juristas avezados en cuestiones del Derecho Internacional y diplomáticos experimentados, se ha preferido en oficiar de portavoz de los hoy ocupantes de las islas y a su través de los intereses británicos sobre el Atlántico Sur y la Antártida. Personalmente me cuesta pensar que haya sido por un presunto repudio hacia la figura de Timermam, al que considero inepto como Canciller, perteneciente por demás a un Gobierno que se ha caracterizado, al igual que el de Ménem, en priorizar los intereses extranjeros aún en contra de los verdaderos intereses nacionales.

para "pior", traidor a su sangre....

Magistral comentario del Sr. Hugo Felicitaciones que el repudio a la ineficiencia de un canciller no nos nuble la vista sobre las estrategias para, sin bien no recuperarlas porque va a ser muy difìcil en los pròximos 50 años, al menos mantener vivo el legitimo reclamos de nuestra soberania.

Para La Argentina los nativos de las islas son argentinos, como pasa con cualquier persona nacida en su territorio (ius soli). En consecuencia no veo ninguna razón para que se les niegue tan absoluta e inapelablemente, al menos de nuestra parte, su participación en las negociaciones que apunten a destrabar el conflicto que dificulta desde hace tanto tiempo el ejercicio de la soberanía argentina sobre esos territorios. El caso de esos argentinos insulares participando de las discusiones territoriales, es el mismo que cuando se incorpora a los qoms o mapuches tratándose de los territorios sobre los que estos aducen tener derechos de pertenencia. Así, los que deberían oponerse a la participación de los malvinenses como una tercera parte con voz y voto propios en las mesas de discusión, son los ingleses, dado que, para el caso, ellos tendrían un voto simple en las decisiones que se acuerden y la Argentina, dos. No entiendo. Este es el mundo del revés, como aquel que pintaba la cumpleañeras de ayer, pero peor.