En las últimas semanas ha resonado el escándalo por la ruta del dinero K, y si bien se sabía que la fortuna de los Kirchner es asombrosamente abultada, también se conocía que no era obra de la “exitosa” gestión de Cristina Fernández como abogada. Sin embargo, ¿dónde está todo ese dinero?
El patrimonio de la Presidenta y su familia por estas horas asciende a los 10.000 millones de dólares y si bien parte de ese dinero descansaría en cómodos paraísos fiscales, otra tajada está en posesión de Cristina.
Según indicó recientemente el ex vice gobernador de Santa Cruz, Eduardo Arnold, Néstor tenía un extraño fetiche con el dinero, le gustaba tocarlo, contarlo y verlo en forma física.
"Néstor instaló una bóveda de banco en su casa de El Calafate, me la mostró Cristina", dijo Arnold.
El ex vice de Kirchner contó que el hecho ocurrió en 2001, y que Néstor no estaba en su casa. "La señora me mostró la casa en construcción, el parque, los rosedales y el lugar donde se iba a instalar la caja fuerte".
Arnold detalló que el lugar se hallaba "en un entrepiso y era un espacio hexagonal u octogonal", y que "faltaba terminar para poner las cajas fuertes".
"Se supone que era para guardar mucho dinero, porque no alcanzaba las cajas comunes que aparecen en cualquier departamento”, detalló.
El domingo pasado en PPT, la ex secretaria privada de Néstor, Miriam Quiroga, se refirió a "bolsas con dinero" que llegaban a Olivos a manos del ex presidente, así como "lingotes de oro”.
La mujer detalló que mediante funcionarios de la minería, habría salido el metal precioso desde Catamarca, vía Chile, por el Pacífico en barco, y llegaba a El Calafate.
Además del entrepiso en la casa de Cristina, muchos hablan de una bóveda en uno de los terrenos del empresario, Lázaro Báez. Sin embargo, varios referentes santacruceños, algunos muy cercanos al matrimonio K se refieren a un lugar mejor custodiado y de mayor envergadura para albergar tremendo patrimonio: el mausoleo de Néstor.
El complejo que alberga el mausoleo donde posan los restos de Néstor Kirchner se encuentra en la parte trasera del cementerio de Río Gallegos. Una pesada puerta metálica conduce hacia la derecha a una puerta de vidrio blindado, que lleva al recinto del féretro.
El lugar es impresionante y comenzó a ser parte de todo tipo de especulaciones por parte de la ciudadanía, no solo por lo imponente del lugar, sino también por la fuerte e insólita custodia que muestra en todo momento.
El año pasado, por caso, al refuerzo de personal de la infantería a raíz del paro policial en Santa Cruz, se sumó el celo con el que el empresario kirchnerista Lázaro Báez maneja la seguridad privada del nicho. Él a través de la siempre beneficiada Austral Construcciones fue quien construyó lo que en un principio atinaba a ser un museo.
A fines de 2011, el propio Báez invitó a varios periodistas a un tour por el mausoleo. En una charla previa de dos horas con los reporteros, dio detalles inéditos de la obra y ante lo complicado que se le hacía explicar teóricamente algunos aspectos de la arquitectura interior del Mausoleo, les dijo “si dejan máquinas fotográficas y teléfonos celulares y me prometen que no habrá filmaciones ni fotos los llevo a recorrer el interior”.
El gran edificio está construido con la más avanzada tecnología que se utiliza en las grandes construcciones en el primer mundo. La puerta blindada que posee en el acceso, está patinada de tal forma que a simple vista parece bronce, “la mayoría de las piezas que construyeron este lugar fueron hechas en nuestros talleres por santacruceños”, refirió Báez.
“Un avanzado sistema de seguridad permitirá a la Presidenta monitorear el lugar desde su escritorio”, explicó, señalando los detalles especiales, con domos perfectamente angulados y enlazados todo con un sistema on-line en tiempo real. Además posee:
-625 metros cuadrados.
-Estructura tubular de vidrio blindado.
- Dos plantas.
- Espacio para 10 féretros.
- Escalera con placas de mármol.
- Subsuelo de piedra volcánica.
- Columnas de pórfido patagónico.
Todos los datos hacen repicar las palabras de Arnold sobre 10.000 millones de dólares y lingotes de oro, “no alcanzan las cajas comunes que aparecen en cualquier departamento”.
Carlos Forte
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