Si hubiera que definir a la mendocina Laura Muñoz con un único calificativo, este sería “valiente”. Se trata de la primera persona que se animó a denunciar los negocios del hoy presidente en ejercicio Amado Boudou.

Lo hizo a través de su ex marido, Alejandro Paul Vandenbroele, quien operó para quedarse con el control de la ex Ciccone Calcográfica. Siempre como testaferro del vice… siempre según Muñoz.

Su denuncia derivó en una copiosa causa judicial que reposa en estas horas en el escritorio del juez Ariel Lijo y que complica, no solo a Vandenbroele sino también al propio Boudou.

¿Qué ocurrirá con ese expediente judicial después del 27 de octubre? En Casa de Gobierno no quieren ni pensar en ese tema.

 “No tengo mucha confianza en los jueces, no sirve que esto se resuelva dentro de diez años”, dijo Muñoz a este cronista respecto de esa causa. Su voz denota pesar: es que, aunque no lo menciona, fue víctima de todo tipo de aprietes y amenazas.

Y lo que es peor: políticos y funcionarios judiciales compiten para ver quién ignora más eficazmente sus señalamientos sobre la corrupción K.

-¿Qué piensa de que Boudou sea hoy presidente interino?

-¡Soy una especie de primera dama! ¡Felicitame! De manera indirecta soy la primera dama

-Más allá de la ironía, ¿cuál es su valoración?

-La verdad, me parece una cuestión muy infantil, muy triste para todos. Boudou es un hombre muy cuestionado, tiene más de 50 causas judiciales en su contra (N. de la R: en realidad tiene 62).

-Hay una suerte de lógica de lo ilógico en medio de la tragedia que representa el cuadro de Cristina Kirchner.

-Lo que es lógico es que un vicepresidente asuma, lo que no es lógico es que Boudou sea vicepresidente.

-De alguna manera también habla de la presidenta esto que está ocurriendo.

-Sí. Tendríamos que tener una presidenta más inteligente.

-Me genera curiosidad saber qué solía decirle Vandenbroele cuando le hablaba de Boudou. ¿Cómo lo calificaba?

-Se mofaba de Boudou. Lo definía como metido en cosas no totalmente lícitas, nunca con respeto. Siempre lo gastaba porque venía de la UCD, era un "nene bien",  de pronto se convirtió y se hizo “popular”.

-¿Recuerda alguna anécdota en particular?

-Muchas, por ejemplo en el año nuevo de 2009 a 2010 hubo una gastada general hacia Boudou porque había puesto "a dedo" en la Anses a Guadalupe Escaray (prima de Vandenbroele) solo por haber sido su ex novia.

-Obviamente fue en ausencia del vice en esa reunión.

-Sí, obvio.

-Ahora, ¿por qué si Boudou salió con la prima de Vandenbroele insiste en decir que no lo conoce?

-No lo sé. Ellos se conocen desde que eran jóvenes, en Mar del Plata. Aparte pensá algo que es obvio: el propio Vandenbroele asumió que pagaba las expensas, el cable y demás del departamento de Boudou. ¿Cómo no lo va a conocer? Yo no le doy la llave a quien no conozco.

-¿Y por qué el vicepresidente necesitaría a una persona como tu ex marido? ¿Para qué le servía?

-Obviamente para hacer cosas turbias. Pensá que Alejandro (Vandenbroele) hacía casi 20 años que vivía fuera del país. No tenía idea del derecho argentino, estaba desactualizado. Lo llamaron para hacer el trabajo sucio.

-¿Cuándo empiezan a aceitar los negocios tu ex y Boudou?

-A mediados de 2009 entra él en los negocios. Primero lo hace a través de “Alfaro abogados”, donde trabajaba. Usaba los insumos del estudio para hacer sus negocios.

-¿Necesitaba cubrirse de alguna manera?

-Sí, por eso usaba el estudio como pantalla.

-¿Cuál es tu opinión personal sobre Boudou?

-Es un hombre amoral y mentiroso. Te diría que también corrupto, pero todos somos inocentes hasta que se declare lo contrario.

Christian Sanz
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