Finalmente, pasó lo esperado: el ex “chofer” de Néstor Kirchner, Rudy Ulloa Igor, entró en pánico. No solo eso: el efecto “Boudou procesado” está causando mucho nerviosismo entre los testaferros K y funcionarios enriquecidos.
Según reveló en las últimas horas la presidenta de Coalición Cívica de Santa Cruz, Mariana Zuvic, Ulloa Igor, en una visita fugaz a Río Gallegos transfirió algunos de sus bienes a un testaferro.
Lo hizo “con la absurda lógica kirchnerista de esconder la prueba en caso que la justicia decida mover los expedientes por enriquecimiento”, según Zuvic.
Sin embargo, según la mujer los tiempos de impunidad se terminaron “y los burdos artilugios que hasta hoy les sirvieron para zafar, no son más que una clara evidencia de las limitaciones del escuadrón de ladrones de cotillón”.
Finalmente la titular del ARI santacruceño advierte que Ulloa eligió a un mal prestanombre: “Eligió de testaferro a un impresentable con un juicio por defraudación, el beneficiario sería Mauricio Damián Ríos DNI 22.302.331”.
María Luisa Torres