Quienes lo conocen, juran que es imposible que José Granero esté involucrado en el tráfico de efedrina. Sin embargo, en el expediente que investiga la jueza María Servini de Cubría aparecen demasiados elementos que lo complican.
"Me hicieron una cama", dijo el ex titular de la Sedronar a este medio, pero no aclaró demasiado las dudas que aparecen a su alrededor. En la misma entrevista, confesó —off the record— que no ponía las manos en el fuego por los otros acusados. ¿Pudieron estos burlarlo en sus narices? Es poco probable.
Es más: Tribuna de Periodistas alertó en el año 2009 a Granero respecto a las denuncias que aparecían contra su jefe de Gabinete, Fabio Manuel Trossero, hoy rozado por la investigación de Servini de Cubría.
En lugar de tomarlo con seriedad y ver si era real, el jefe de la Sedronar se enojó con este medio y amenazó con hacer una querella criminal por calumnias e injurias. A la cabeza de esa avanzada estuvo el propio Trossero.
Ello obligó a TDP a publicar una desmentida a poco de publicada la nota en cuestión. Allí se aclaró que, quien había proveído la información publicada era "una persona de dentro del mencionado organismo, un empleado ubicado en un cargo de alta jerarquía, por lo cual se consideró que había una importante dosis de probabilidad en el comentario referido".
Pocos meses más tarde, en agosto de 2009, este mismo medio reveló que en 2008 la DEA norteamericana alertó al gobierno argentino sobre el ingreso de grandes cantidades de efedrina al país.
"Pocos saben que, en marzo de 2008, los entonces ministro de Justicia y director General de Aduanas, Aníbal Fernández y Ricardo Echegaray, respectivamente; junto al jefe del departamento de Narcotráfico de la Aduana, Diego Pérez Escobar, recibieron por parte de la DEA y la Procuraduría General de México, lo que se llama Alerta Efedrina, es decir, la advertencia de que estaba saliendo efedrina en grandes cantidades desde el territorio nacional", se publicó en esos días.
De acuerdo a lo aquí contado, las responsabilidades de lo que sucede en la Argentina no se circunscribe solamente a Granero, sino también a otros funcionarios del Ejecutivo nacional, con Néstor y Cristina Kirchner a la cabeza.
¿Por qué nunca se hizo caso a las advertencias de la DEA y otros organismos? Nadie lo sabe, aunque hay una posible respuesta: está relacionada a los aportes de campaña del Frente para la Victoria del año 2007. Los nombres de algunos de los que traficaban efedrina aparecen poniendo dinero para esa campaña.