En el día de ayer, se produjeron tres importantes allanamientos en Isidro Casanova, en Morón y en el Barrio de Nuñez de esta Capital Federal, donde se secuestraron más de cuatro toneladas de efedrina. Lo que pareció ser una buena noticia, respecto del accionar policial-judicial, en realidad muestra una cara que debe preocuparnos y que tiene que ver con el exponencial crecimiento del narcotráfico en la Argentina.
En estas horas, la efedrina —y otros precursores químicos, por qué no decirlo— circula por todo el territorio argentino con total impunidad.
Hay que decirlo con todas las letras: narcos mexicanos y colombianos operan en la Argentina y gozan de total impunidad, merced a la falta de control gubernamental, desde lo más alto del poder hasta los lugares clave de control aduanero. Por caso, ¿qué han hecho hasta ahora para combatir este flagelo tanto Héctor Manuel Guaraz, Jefe de la Aduana de Buenos Aires; como Rosa Nélida García, Jefa de la Aduana de Ezeiza? Ambos funcionarios tienen enorme responsabilidad en lo que tiene que ver con ingreso y egreso de efedrina del país.
Independientemente de ello, lo que pocos saben es que, en marzo de 2008, los entonces ministro de Justicia y director General de Aduanas, Aníbal Fernández y Ricardo Echegaray, respectivamente; junto al jefe del departamento de Narcotráfico de la Aduana, Diego Pérez Escobar, recibieron por parte de la DEA y la Procuraduría General de México, lo que se llama Alerta Efedrina, es decir, la advertencia de que estaba saliendo efedrina en grandes cantidades desde el territorio nacional.
"El error, negligencia o mejor dicho actitud dolosa por parte de Fernández, Echegaray y Pérez Escobar, fue no haber enviado el llamado alerta efedrina, a las demás fuerzas de seguridad —Policía de Seguridad Aeronáutica, Prefectura, Gendarmería, Policía Federal, policías provinciales, Dirección Nacional de Migraciones, etc— para que se tomaran los recaudos necesarios para que no siguiera el contrabando a México de ese precursor químico", admitió una importante fuente de la Aduana Nacional.
El dato, que fue chequeado en el día de ayer, es real, pero hay algo peor: en noviembre de 2008, diario Clarín dio cuenta de cómo la Procuraduría General de la República de México dio una nueva "alerta" tanto a Aníbal Fernández como al ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, "en reuniones separadas que tuvieron en la Argentina con los delegados mexicanos en noviembre del 2008. Las reuniones se realizaron en noviembre del 2008, luego de que la Policía Federal incautara en San Miguel 750 kilos de cocaína y detuviera en el operativo a dos mexicanos".
¿Qué se hizo con esa advertencia? Nada, como es de costumbre.
Concluyendo
Un país donde no existe un registro de precursores químicos, donde las fronteras no están radarizadas ni informatizadas, donde en horas se despenalizará la tenencia de drogas —no el consumo, que ya está despenalizado hace 20 años—, es el lugar ideal para que los narcotraficantes que debieron escapar de México y Colombia hagan escala permanente.
No existe voluntad real para combatir el narcotráfico por parte del kirchnerismo, todo lo contrario. Por eso, cuando en un futuro cercano veamos terribles asesinatos —similares a los del triple crimen de General Rodríguez— con mayor asiduidad, no tendremos de qué asombrarnos.
Es parte de lo que se construyó a lo largo de los últimos años, merced al descontrol oficial.
Christian Sanz
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