El mismo domingo en que murió el fiscal de la causa Amia, Alberto Nisman, el periodista Horacio Verbitsky pedía a través de Página/12 que la gente “salga a la calle” si la “embestida judicial” contra Cristina Fernández avanzaba.
Fue luego de que se conociera que el fiscal había acusado de “encubrimiento” a la Presidenta en el marco de la causa Amia.
Nisman murió y la tortilla se dio vuelta.
Si bien son los fiscales los que llaman a marchar en silencio para el 18 de febrero en Buenos Aires -y por más que no todos lo hagan en el resto de las provincias- a esta movilización, según se estipula, se sumarán personas de todo el país.
A través de las redes sociales se está difundiendo una imagen donde figuran los distintos puntos de encuentro para marchar en silencio en toda la Argentina.
Por supuesto, la preocupación del Gobierno no es extraña. El #8N cortó la posibilidad de Cristina de una eventual reelección por la multitudinaria convocatoria, por lo que una marcha nacional de estas características preocupa sobremanera al oficialismo.
Si tiene esa fuerza o si se reduce al “gremio” judicial habrá que verlo el próximo miércoles.