No descubrimos nada nuevo si decimos que es tragicómico, por utilizar un calificativo suave, ver como ahora quienes gobernaron durante más de 12 años y no solo no hicieron absolutamente nada por modificar el impuesto a las ganancias, sino que además no dieron quórum en cuatro oportunidades para tratarlo por pedido de la oposición, hoy tomen esto como una de sus principales banderas para defender los derechos de los trabajadores.
Pero más allá de lo ético, ya que la actitud de la oposición además de ser despreciable no resiste el menor análisis, veamos porque lo propuesto por ellos es decididamente inviable en solo 5 puntos.
1) Mayor gravamen al juego.
Lógicamente, esto es entendible y mayoritariamente aceptado por la población. El inconveniente es que lo que se recaudará por ese impuesto, es ínfimo en relación a lo que tiene que equiparar.
2) Gravamen a las mineras.
Al igual que con el aumento al gravamen al juego, este impuesto también es bien visto por gran parte de la población, pero en este punto debemos hacer una aclaración, y es que la minería cuenta con muy mala prensa, debido fundamentalmente a la mega minería y la minería a cielo abierto, pero no toda la actividad minera es igual. De hecho, sin minería no funcionaría prácticamente nada, pero eso es tema para otro debate. El punto fundamental, es que al igual que con el juego, lo que se recaudaría por este impuesto no alcanza ni a la décima parte de lo que debe que equiparar.
3) Gravamen a la renta financiera en plazos fijos mayores a $1.500.000.
Algo realmente ridículo e inútil, ya que sería muy fácil de evitar, puesto que absolutamente nadie hará un plazo fijo por esa cifra, sino dos de $750.000, ya que el impuesto no grava a las personas sino a las operaciones.
4) Gravamen a las LEBACS y operaciones a futuro.
Al igual que el gravamen a los plazos fijos, esta medida es totalmente ridícula e inútil. No va a ser viable, por la sencilla razón que los inversores bursátiles van a invertir en otros título o en otros mercados. De esta manera, la Argentina deberá buscar financiamiento en el exterior.
5) Conclusión.
De tomarse estas medidas, se reducirían en aproximadamente 60 mil millones de pesos el ingreso al fisco, lo que impactaría directamente en las provincias ya que el impuesto a las ganancias es coparticipable.