¿Por qué una parte de la sociedad argentina no reacciona de la misma manera con una tragedia que involucra a personal de la Armada como con otras causas, como por ejemplo la muerte de Santiago Maldonado?
Existe algo innegable sobre el kirchnerismo: todo lo hicieron mal; tanto, que hasta hicieron mal lo que hicieron mal. Dicho esto en otras palabras, y con perdón por la redundancia, ni siquiera supieron hacer bien lo que hicieron mal.
Lamentablemente, dentro de todo lo que el kirchnerismo hizo mal, hay víctimas fatales.
Las tragedias de Cromagnon, Once, el asesinato del fiscal Nisman, la muerte de 42 gendarmes en el trágico accidente ocurrido el 14 de diciembre de 2015 en Rosario de la Frontera y ahora el hundimiento del submarino ARA San Juan dan cuenta de ello.
Donde estuvo el kirchnerismo, inevitablemente hubo corrupción, y en muchos casos esa corrupción derivó en muertes.
El hundimiento del submarino es una desgracia con culpables, y se lo debemos mucho a la gestión anterior. También a la gestión actual, sumado a un sistemático desmantelamiento de las fuerzas armadas que comenzó en diciembre de 1983 con el gobierno de Alfonsín. Obviamente, los argentinos padecemos de varias enfermedades, pero esta en particular sería algo así como "el síndrome de 1976" que demuestra, además, que como sociedad no hemos avanzado.
Ese resentimiento hacia todo lo que tenga que ver con las fuerzas de seguridad nos idiotizó; tanto que terminamos teniendo un ejército, marina y aviación prácticamente inútiles. Son solo cáscaras que no podrían combatir, prácticamente, con ningún país de la región.
Entonces, ¿sirve o se justifica tener fuerzas armadas totalmente inútiles e ineficientes que además generan un gasto enorme e innecesario? Evidentemente, llegó la hora de debatir sobre el tema y tomar una decisión.
Esta es la primera parte del problema, la material, y no menos importante es la segunda, la filosófica, la del deterioro moral, la del desprestigio al que fueron sometidas nuestras fuerzas armadas que, como dijimos, comenzó en 1983, siguió con los gobiernos de Menem y concluyó con el kirchnerismo. La frutilla del postre fue poner a una ex terrorista -Nilda Garré- como Ministro de Defensa primero y aun perfecto inútil como Agustín Rossi después en ese mismo cargo.
Pero el kirchnerismo también involucra a sus simpatizantes, votantes kirchenristas y de izquierda en general. Idiotas útiles, estos, para el kirchnerismo; y vimos cómo estas personas se indignaron, insultaron y atacaron a la Gendarmería Nacional cuando intentaron hacer creer que la muerte de Santiago Maldonado había sido su responsabilidad, con "desaparición forzada de persona" incluida.
Agrupaciones de izquierda, organizaciones sociales, de Derechos Humanos y, por supuesto, el kirchnerismo no solo hicieron marchas, protestas, reclamos y hasta misas elevando a Maldonado a nivel de patriota y denigrando a gendarmes incluso atacándolos y escupiéndolos, sino que además se indignan porque marines de los EEUU colaboran con la búsqueda del submarino. Sin embargo, no dicen ni media palabra, ni marchan, ni hacen misas por los 44 marinos argentinos del ARA San Juan.
No es el único caso, lamentablemente. Lo mismo ocurrió con los 42 gendarmes que, como dijimos, murieron en el trágico accidente ocurrido el 14 de diciembre de 2015 en Rosario de la Frontera, que habían sido enviados para evitar posibles saqueos y protestas sociales en Jujuy ante la versión de que la Tupac Amaru, la agrupación de Milagro Sala, preparaba protestas y saqueos por posibles despidos de empleados públicos.
Esas 42 muertes también son responsabilidad del kirchnerismo, pero nadie, absolutamente nadie pidió ni hizo una marcha por ellos como las que hicieron por Santiago Maldonado.
Por eso, más allá de quien o quienes sean las responsabilidades, también es triste, y grave a la vez, que una parte de la sociedad reaccione de una manera tan indiferente cuando las muertes no son de su misma filosofía, por decirlo de alguna manera, y eso sí, es pura y exclusiva responsabilidad del kirchnerismo, estúpidos.