El presidente Mauricio Macri perdió credibilidad ante la ciudadanía Argentina debido a varios factores, entre ellos: sus extensamente inusitadas vacaciones, la reducción en el presupuesto 2018, los aumentos, las reformas, la búsqueda del submarino ARA San Juan, la venta de los parques eólicos que se adquirieron sin una licitación pública, entre otros.
Sin siquiera ponerse a pensar si algunos elementos por los que el Jefe de Estado pierde popularidad nada tienen que ver con él, la sociedad tiende a culparlo.
Aunque, vale aclarar que otros componentes sí recaen directamente sobre su persona y su juicio.
Si bien el llamado “decreto antinepotismo” ayudó asazmente al mandatario a que muchos vuelvan a confiar en él, se estima que su popularidad disminuyó un 20,3% un claro ejemplo de ello fue su paso por la ciudad de Humahuaca ubicada en la provincia de Jujuy.
Es dable recordar que en diciembre del 2015, Macri cerró en esa ciudad la campaña que lo condecoró como presidente de la República Argentina, sin embargo, esta semana cuando pasó junto con el gobernador Gerardo Morales antes de disputar un partido de futbol en la cancha con mayor altura del país, los jujeños lo abuchearon gritándole “Que se vaya”.
Incluso, dentro de la iglesia y en plena misa, el titular de la prelatura de Humahuaca, Obispo Pedro Olmedo, le peticionó al presidente que “deje de gobernar para los ricos y que ayuden a los pobres” así como también le pidió que “no persiga a los pobres porque son los que trabajan, los que pagan los impuestos y no como las mineras” que en esa parte de Jujuy “no aportan nada”.
El tema principal en esa misa fue el compromiso que tiene la iglesia con aquellos que menos tienen, en ese marco, el obispo le dijo textualmente a Macri: “Lo bendigo, pero antes tengo que hacerle un pedido, deje de gobernar para los ricos; la gente pobre necesita más de los gobiernos, y aquí se persigue a los pobres, que pagan sus impuestos y les cuesta vivir, en cambio se defiende a las mineras que no pagan nada a la Municipalidad y extraen toda la riqueza de la madre tierra”.
Otro tópico que generó la desconfianza de muchos que en el 2015 votaron al cambio, fue la falta de cumplimiento sobre sus promesas, tales como: pobreza cero, la lucha contra el narcotráfico, la unidad de los argentinos, la baja de la inflación, etc.
Muchos dirán, el kirchnerismo dejó un país desolado, paupérrimo, lo cual es cierto, ya que fue el Gobierno más nefasto de la Argentina, robando a mansalva con una “caradurez” inconcebible. Aunque esto no exime las responsabilidades y propuestas que presentó el mandamás argentino durante su campaña presidencial.
Si bien es un concepto bastante conocido en la política, no es la excusa para nadie ¿Por qué prometer algo imposible de cumplir?, la respuesta es obvia, llegar al Gobierno aun a costa de mentir o engañar a la sociedad.
Por otro lado, es probable que Macri haya ostentado su puesto con buenas intenciones, pero claramente no supo desempeñarse en su cargo, baste mencionar que cuando toda la sociedad repudiaba la reforma previsional, incluyendo gobernadores de distintas provincias, a quienes les garantizó una ayuda financiera a cambio de su apoyo, forzó su aprobación, costándole al Estado 45 millones de pesos.
Existe un cuestionamiento que, dependiendo de qué lado se lo mire, ayuda o entorpece la imagen del presidente, se trata de lo que se conoce como “persecución política” hacia los referentes y políticos peronistas, y más específicamente kirchneristas.
Sobre la base de la ideología individual se divide en dos conceptos: el primero, refiere a la falta de ética del Gobierno por encarcelar o juzgar solamente a funcionarios que no pertenecen a la cartera macrista, lo que le saca mérito al oficialismo; el segundo, el cual reditúa favorablemente a la imagen del presidente, es la condena de los corruptos. Como se menciona arriba, depende del punto de vista acrecienta o mengua la imagen del primer mandatario argentino.
Desde que Macri llegó al poder se enfrenta con protestas antigubernamentales por las medidas y decisiones que toma, lo único que le queda es generar ciertos cambios en su modelo de gobierno.
Tal parece que el presidente está al tanto de esta situación y por primera vez desde el 20 de noviembre del 2017, cinco días después de la desaparición del submarino ARA San Juan, se reunirá con los familiares y amigos de los tripulantes.
¿Macri seguirá apostando a su modelo gubernamental o tomará decisiones que lo lleven a estar nuevamente por encima del promedio de apoyo social? La misma pregunta se responderá en el corriente 2018.