Por estas horas se está llevando a cabo la primera Cumbre del G20 no solo en Argentina, sino que en todo Suramérica, con muchos hechos promisorios y otros no tanto. Hasta el momento se conocieron hechos polémicos, papelones e incluso algunos que van en detrimento a ciertos sectores, ya sean políticos o sociales.

Puede mencionarse el que fue el primero de los hechos perniciosos durante la previa de esta celebración tan importante para la Argentina (tanto en materia económica y política como también ambiental),  el asalto al diplomático canadiense John Kirton, que si bien algunos medios sensacionalistas hablaron de una feroz golpiza, el mismo funcionario subió a su cuenta de twitter una foto con un raspón en la rodilla, nada grave, además de advertir que no se confíe en la policía local.

También se sucedieron cosas con cierto aire de inconstitucionalidad, como por ejemplo, la detención a manifestantes pacíficos pertenecientes a la religión budista, quienes se sentaron a meditar  con el argumento de darle la bienvenida a Xi Jinping y peticionarle que termine con el genocidio de China.

Según confirmaron fuentes oficiales, los detuvieron bajo la caratula de “atentado y resistencia a la autoridad” fundamentando que se intentó sobrepasar al vallado, sin embargo las imágenes que se dejaron ver durante este accionar denotan lo contrario, fueron levantados y llevados sin argumento aparente.

Ni que hablar de los “anticumbre”, quienes, al menos un grupo de ellos, habían escondido bombas molotov en un taxi incendiado, y obviamente sin uso, en las inmediaciones de las avenidas 9 de Julio y San Juan, lugar del inicio de la masiva movilización programada.

Tampoco podían faltar las falsas alarmas respecto de elementos explosivos, como los que aparecieron en el Hospital Garraham o en la esquina de Marcelo T. de Alvear y Carlos Pellegrini a pocos metros de la avenida 9 de Julio, que lograron movilizar a agentes de la Policía de la Ciudad y a la Federal.

Frente a estos tópicos sumados a los miedos de aquellas cosas que se puedan augurar sobre la movilización programada para el día de la fecha, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, creó un reglamento que modifica la normativa vigente respecto de la utilización de armas de fuego con el propósito de habilitar a las fuerzas de seguridad a disparar contra una persona que huye.

Según le indicaron especialistas de derecho a la agencia Noticias Argentinas, “es ilegal” y mencionaron que “ahora los federales de todas la fuerzas podrán decir que la resolución los obliga a disparar y zafarán porque obedecieron su normativa y no pueden ser condenados por cumplir su deber”.

Es todo muy argento, todo muy autóctono, y, cuándo no, sintomático…