No hace falta recordar que la Operación Puf es aquella que se armó para tratar de voltear la causa de los cuadernos que comandan Claudio Bonadio y Carlos Stornelli.
Las escuchas que fueron apareciendo en las últimas semanas confirman sobradamente esa versión.
En ese marco, según pudo saber Tribuna de Periodistas, Jorge Lanata presentará el próximo domingo un bombazo: cómo se involucró al papa Francisco en la trama. El operador allí fue Eduardo Valdes, exembajador argentino en el Vaticano.
Por eso, no fue casual que en los últimos días el sumo pontífice se refiriera al uso del lawfare (guerra judicial), un mecanismo para perseguir judicialmente y encarcelar a dirigentes políticos contrarios a los dictados de las autoridades gobernantes.
Durante el cierre de la Cumbre Panamericana de jueces en el Vaticano, Francisco manifestó su preocupación "por una nueva forma de intervención exógena en los escenarios políticos de los países, a través del uso indebido de procedimientos legales y tipificaciones judiciales".
Asimismo, el papa agregó que "el lawfare, además de poner en serio riesgo las democracias de los países, generalmente es utilizado para minar los procesos políticos emergentes y propender a la violación sistemática de los derechos sociales".
Nada es casualidad. Menos aún en la Argentina.