Se acaba de declarar una guerra. La pelea del presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires con la gobernadora María Eugenia Vidal podría tener consecuencias y derivaciones inesperadas.
Como sucedió en ocasiones anteriores, detrás de este intento desestabilizador está el inoxidable Eduardo Duhalde. No se trata de una conjetura.
El propio Duhalde reconoció hace pocos días el modus operandi: “Puede ser cierto que yo haya tenido que ver con la caída de De la Rúa”, dijo.
Pero la confesión no se ciñó a su sola persona, sino que la hizo extensiva al peronismo: “Los dirigentes tenemos la pésima costumbre de ponernos en contra del Gobierno si no toma las medidas que el justicialismo considera que hay que tomar”. Este es, exactamente, el meollo del asunto.
El peronismo, hoy otra vez alineado con el kirchnerismo, ha puesto a funcionar la máquina de desestabilizar a pocos días de las PASO.
El presidente de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires Eduardo De Lázzari dijo en un discurso ante jueces provinciales que en los tribunales federales existe “abuso del proceso judicial penal”, “causas armadas artificialmente”, “abusos de testigos de identidad reservada”, abuso de “arrepentidos y de factores de presión fomentados y fogoneados por ciertos medios de prensa”.
Como si se tratara de una maniobra perfectamente orquestada, Cristina Kirchner replicó en sus redes los dichos de De Lázzari. Y hoy su marioneta Alberto Fernández salió a defender al supremo duhalista.
Eran los argumentos que necesitaba Cristina para invalidar las causas que demostrarían que es la principal responsable de los hechos de corrupción y lavado más espectaculares que haya visto este país.
La investigación se tramitaba en Comodoro Py sin grandes interferencias, hasta que metió la cola, justamente, un juez de la provincia de Buenos Aires: Alejo Ramos Padilla.
María Eugenia Vidal salió al cruce pidiéndole a De Lázzari que denuncie en la Justicia los delitos que menciona, al tiempo que la comisión directiva de la Asociación de Fiscales de la Nación manifestó su “profundo malestar y rechazo” a las declaraciones de De Lázzari.
El decano de la Corte bonaerense Héctor Negri consideró que su par Eduardo De Lázzari se extralimitó y dijo que “la política” debe hacerse fuera de los cargos judiciales para garantizar “imparcialidad”.
Cuando se le preguntó a De Lázzari a qué causas hacía referencia, el Presidente de la Corte bonaerense apuntó a la causa que tramita, justamente, Ramos Padilla.
Paradójicamente, en esa causa que pretende demostrar la tesis de Cristina de que habría una persecución judicial orquestada, se han utilizado todos esos medios sucios que denuncia el kirchnerismo.
En esa causa armada de principio a fin, Ramos Padilla se ha valido de la persecución a periodistas, la violación del artículo 43 de la Constitución Nacional, el uso de testigos amañados, servicios de inteligencia y operaciones periodísticas motorizadas principalmente por el siempre servicial Horacio Verbitsky.
Si existe alguien parcial en la causa de Ramos Padilla, ese es, justamente, Ramos Padilla, ahora bajo la protección del presidente de la Corte Suprema y el padrinazgo del Duhalde.
Entonces, de pronto, por arte de magia, todo cierra. El torpe armado kirchnerista para sacar del juego a Stornelli e intentar invalidar la causa de los cuadernos de la corrupción cuenta ahora con el apoyo de, nada menos, el presidente de Corte Suprema de la Provincia.
Y unos días antes, el propio Papa Francisco había hablado de “lawfare”, es decir, de las causas armadas. Hasta acá los hechos, Ahora bien, ¿quiénes son estos jueces que operan a favor de Cristina y en contra de Vidal?
El Presidente de la corte Suprema bonaerense, Eduardo De Lázzari, es también el Presidente de la Junta Electoral, clave en estas elecciones que se avecinan. De Lázzari es un hombre de Duhalde que ocupa un lugar en la Corte desde 1997.
Este juez duhaldista está estrechamente vinculado con otro juez, Luis Carzoglio. Tanto que ayer salió en defensa del supremo peronista: “Felicito al Presidente de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires por su actitud”.
“No hay polémica en los dichos del doctor De Lázzari, es una situación que ya he planteado sobre la inserción del Poder ejecutivo en la Justicia”, disparó Carzoglio contra María Eugenia Vidal.
Para saber quién es De Lázzari hay que saber quién es Carzoglio. Luis Carzoglio es el juez que rechazó el pedido de detención a Pablo Moyano en 2018 por la causa Independiente, el mismo que se reunía a brindar con Champagne con aquellos a los que debía juzgar, es decir, el clan Moyano.
Carzoglio continúa con una suspensión preventiva y un Jury. ¿Quién es el abogado de Carzoglio ante el Jury por la causa de Pablo Moyano a pedido de su papá Hugo? Eduardo Duhalde, de quien De Lázzari fue Ministro de Seguridad cuando asesinaron a José Luis Cabezas. Será Justicia. ¿Será justicia?