Alejandro Vanoli Long Biocca debe ser el funcionario oficial más insultado este viernes. Quien lo dude, solo debe ver las redes sociales y se sorprenderá. El motivo es más que válido: las largas colas de jubilados en los bancos, producto de la falta de coordinación del área a su cargo, lo dejaron totalmente expuesto.
No debería sorprender, porque Vanoli jamás ha sido una “luminaria” en ninguno de los cargos que ocupó. Ni en la Anses, ni en su anterior gestión al frente del BCRA, entre 2014 y 2015.
De hecho, de allí devienen algunas de las denuncias que ostenta en su contra, principalmente dos: las causas “dólar futuro” y “abuso de autoridad en Papel Prensa”.
Quien supo defenderlo en esos y otros litigios es la abogada Sheila Borzani Papel, a quien el propio Vanoli designó como directora de Asuntos Penales y Sumarios de la Anses a efectos de blindarse por eventuales denuncias a futuro.
Para quienes no la conocen, esta “nobel” abogada pertenece al estudio de quien fue procurador Genral de la Nación, Esteban Righi. La firma en cuestión es "García, Labat, Musso y Righi”.
Valga recordar que se trata del mismo bufete que fue denunciado en 2012 por el entonces vicepresidente Amado Boudou. Para los más desmemoriados, los acusó de ofrecerles sus servicios en carácter de “lobby” para acercarle favores con la justicia Federal de Comodoro Py y con los servicios de Inteligencia.
Dicho sea de paso, una de las socias y denunciadas por Boudou es Maria Jose Labat, esposa del ex ministro de Seguridad de la CABA, Guillermo Montenegro, hoy intendente del municipio de General Pueyrredón, en Mar del Plata.
Como sea, está claro que Vanoli tiene un blindaje judicial ya preparado para las futuras denuncias que le llegarán, las cuales serán abonadas por todos los contribuyentes con sus impuestos, ya que su abogada cobra su sueldo en el Estado. Un maestro el hombre (léase como ironía).