En un hecho que podría calificarse de “curioso” —por no utilizar un calificativo más pretencioso—, la provincia de Chaco decidió dar de baja la página de la Contaduría General durante varias horas.
Nadie sabe por qué ocurrió ni tampoco si se eliminó información puntual de la misma, ya que allí es donde pueden verse las compras hechas por el terruño gobernado por Jorge Capitanich.
Lo que está claro es que no fue casual: ocurrió luego de que se me ocurriera denunciar fuertes sobreprecios en compras efectuadas por el Ejecutivo chaqueño. Hecho por el cual, dicho sea de paso, la mismísima ministra de Desarrollo Social de la provincia, María Pía Chiacchio Cavana, salió a cuestionarme públicamente.
Pero lo de la página de la Contaduría provincial es nada en comparación con lo que le ocurrió a uno de los miembros del portal Práctica Ciudadana, que se dedica justamente a auditar las cuentas públicas de diferentes provincias: le hackearon su correo electrónico y borraron datos del informe en el cual se basó mi nota periodística.
“Todos los datos de las hojas de cálculo de Google, donde nos compartíamos los informes y datos relacionados, fueron borrados. Pero solamente relacionados a estos temas. Previamente hackearon mis redes y alteraron las cuentas de Práctica Ciudadana y nos sacaron”, denunció en su cuenta de Twitter uno de los auditores de la página web de marras.
Y añadió: “Acá en Chaco, a quienes pedimos rendimiento de cuentas y entramos a páginas oficiales nos hackean las cuentas y borran información. No puede ser que uno quiera hacer su trabajo como ciudadano, exigir el rendimiento de cuentas y te atormenten así”.
No es todo: “Hace un tiempito a una mujer le fueron a pedir desde ciberdelitos que borre publicaciones, a otro metieron en la cárcel por sus publicaciones, hackearon mi cuenta y las de Práctica Ciudadana y ahora a un miembro de la misma, borrándole información. Es una locura esto”, culminó el auditor en cuestión, cuya identidad se reserva para preservarlo ante posibles represalias.
A esta altura, nada debería sorprender del gobierno de Capitanich. Sus desaguisados vienen de allá lejos y hace tiempo, de su anterior mandato en el mismo territorio chaqueño, entre 2007 y 2015. Y de antes también.
Es un hombre de pocas luces, pero que logró hacer fortuna rápidamente, merced a los negociados que le permitió el kirchnerato, “Sueños compartidos” mediante. Pero también avanzó en su propia línea, aprovechando las mieles dinerarias que sabe regalar el narcotráfico y su posterior lavado de dinero.
Utilizando el buscador de Tribuna de Periodistas se encontrarán registros por doquier de todo lo antedicho. Básicamente porque hemos sido los que más lo hemos investigado, enviando incluso periodistas a Chaco para que se interiorizaran en sus chanchullos.
¿Qué podría horrorizar ahora mismo, luego de lo antedicho? Incluso parece poco relevante todo aquello de los referidos sobreprecios en Chaco ante el fantasma inquietante del mundo narco y el crimen organizado.
Nada debería sorprender… ya lo dijo hace horas el mencionado informante en su cuenta de Twitter: “Lo del gobierno de Capitanich en relación a la libertad de expresión y las presiones y mañas contra quienes quieren preguntar qué están haciendo es gravísimo y nadie dice nada”.
Sucedió algo que es importantísimo que se sepa: la provincia bajo la página de la contaduría general donde se podían ver las compras de Chaco. Eso no es todo, al miembro de @PracticaC que estaba elaborando el informe del tema le hackearon el mail y borraron los datos del informe.
— Gyoklender (@gyoklender) May 11, 2020