Este jueves se celebró un nuevo aniversario del Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, emblemática fecha que me motivó a entrevistar a uno de los personajes centrales de esa gesta, el colega Nicolas Kazansew, quien no solo cubrió el conflicto, sino que además lo hizo desde aquel archipiélago tan caro a los sentimientos locales. Ciertamente, se jugó la vida.
“Solo traté de hacer mi trabajo y sigo tratando de completarlo porque la población argentina no sabe todavía lo que pasó en Malvinas. No conoce los actos heroicos de nuestros combatientes. Hubo una convergencia perversa de dos ocultamientos: los militares trataron de ocultar la miseria de la guerra y los gobiernos posteriores la grandeza. Los valores de Malvinas son el futuro”, me dijo Kazansew.
En tal contexto, me explicó que “es una de las tantas ideas falaces (la de) los famosos chicos de la guerra. En primer lugar, nadie se detiene a pensar que tenían entre 18 y 19 años, la edad de todos los combatientes de todas las guerras de la humanidad, y los ingleses tenían muchísimos soldados de 17 años, pero además, la preparación la clase 62’ tenía un año de preparación, la clase 63’ 2 meses, pero todo depende del jefe, el soldado es el reflejo del jefe, si el jefe es bueno el soldado combate bien. Por ejemplo, un hombre que tuvo dos meses de entrenamiento abatió frente a frente al jefe de paracaidistas británicos”.
Le pregunté si podía contarme alguna anécdota destacable. No dudó: “Nunca me voy a olvidar de la actitud de uno de los pilotos de Pucará, Miguel Ángel Giménez, que yo veía que cada vez que había una misión, él le decía a su jefe ‘no mandes a fulano que tiene hijos, mándame a mí que soy soltero’, y así, el 28 de mayo, salió en misión a apoyar las tropas terrestres y no volvió, y estos actos de amor son una constante en la historia de Malvinas”.
“¿Que te sucede cuando ves cómo usa la política el tema Malvinas?”, insistí. Y me dijo: “Me parece una lamentable herejía, porque Malvinas es un tema sagrado, es la única causa nacional en la que está de acuerdo el 99 por ciento de los argentinos. Hay muchos factores (por los que los ex combatientes no son reconocidos como corresponde): este bombardeo de ideas falaces, esta idea de que fuimos a la guerra con palos y gomeras, toda esta mentira esa humillación es funcional a que no valoremos lo que pasó allí; y también sigue el intento de demonizar las fuerzas armadas sin separar la paja del trigo, y está el factor de la envidia. Los propios militares marginaron y persiguieron a los combatientes de Malvinas cuando volvieron al continente”.
Sin que lograra llegar a repreguntar, Kazansew avanzò: “Necesitan esa palmada en la espalda con la que fantaseaban cuando volvieran, a mí me decían ‘¿te iamaginás la celebración que vamos a tener?’ y no la tienen hasta hoy. El desfile de bienvenida todavía no lo tienen, están por pasar 40 años y el desfile todavía se lo deben”.