Y de pronto nos desayunamos con que Cristóbal López era la madre Teresa de Calcuta. Un tipo que nunca se aprovechó de su cercanía con el kirchnerismo ni birló recursos del Estado.
Porque la Justicia lo dijo así: lo absolvió de culpa y cargo, junto a su socio Fabián De Sousa, que pasó a ser una maestra jardinera.
Es curioso, porque esos mismos jueces decidieron condenar efectivamente al otrora titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Y resulta que él era el acusado principal en el expediente judicial de marras. Y López y De Sousa eran apenas personajes secundarios.
Entonces, ¿cómo se entiende que una persona sea condenada por un delito puntual y aquellos que lo secundaban terminen libres? Más aún, ¿con qué cara De Sousa y López insisten en decir que son inocentes de todos los cargos por los que fueron imputados?
Puntualmente, la Justicia los acusó de haber evadido el pago de impuestos por varios miles de millones de pesos y que, con esa plata, armaron nuevas empresas. Y eso es cierto, pasó tal cual. ¿O van a negarlo?
Obviamente, estos tipos juegan a atemperar lo que hicieron, asegurando que estaban decididos a pagar aquella deuda, y que lo estaban haciéndolo de hecho. Y la mar en coche.
Pero eso es solo la punta del iceberg. Porque el expediente que hoy terminó archivado dejó a la vista todo lo demás. Los millonarios beneficios que le regalaron los Kirchner al amigo Cristóbal.
Relacionados, no solo a lo mediático, sino también a otras cuestiones, como el juego y el combustible.
Y antes de ello, la basura, el transporte de pasajeros y otros curros que supieron crecer gracias al changüí que, como gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner le concedió al hoy titular de aquel estropicio llamado C5N.
Por eso, cuando se los escucha a Cristóbal y De Sousa diciendo que son más buenos que el Quaker, a uno no pueden dejar de darle arcadas.
Por uno sabe masticar vidrio, desde ya... pero jamás lo traga.
© Tribuna de Periodistas, todos los derechos reservados
raro es que el funcionario cometio delito,, y los imputados no hayan participado del mismo delito
El fallo es absurdo, vergonzoso, contradictorio, ilógico, carente de sensatez y de sentido común. Otro fallo más (nunca más adecuado el sentido de "fallo") que se suma a la canallada cometida hace pocos días por el dúo Grünberg - Obligado. El daño que esta gente le hace a las instituciones, a la democracia, y a la llegada de posibles inversiones, es difícil de calcular en su justa medida, pero es real y concreto.
no hay que pagar un puto impuesto mas