A principios de mayo, Tribuna de Periodistas denunció un caso de abuso en la TV Pública, que involucra a un hombre llamado Ricardo Guilarte, quien trabaja en el área de “Facilidades”, dependiente de la Gerencia de Producción.

Según publicó este portal, el mencionado “encerró en un cuartito a una joven, flamante incorporación en ese canal, que se desempeñaba como escenógrafa” y la manoseó. 

El caso generó tal escándalo que fue publicado por diario Clarín días más tarde, con algunos detalles más sobre lo ocurrido. 

En ese contexto, durante el fin de semana la Dirección de Género y Diversidad de Radio y Televisión Argentina (RTA) emitió un comunicado desmintiendo "rotundamente" haber tomado conocimiento de algún "hecho compatible con el el delito de abuso sexual en el ámbito laboral de la TV, ni de que exista una denuncia policial al respecto".

Lo curioso es que, a pesar de la desmentida, en el propio comunicado se admite la existencia de “la presentación realizada por una trabajadora como víctima de violencia de género”.

Más aún, el documento sostiene que desde la TV Pública "se puso en marcha el Protocolo de Prevención e Intervención ante situaciones de Violencia y Acoso Laboral y/o por Razón de Género en el ámbito de Radio y Televisión Argentina SE, respetando el Principio de la Mayor Confidencialidad en tiempo y forma".

Entonces, ¿existió o no existió el abuso? ¿Por qué desmentir lo que ciertamente sucedió, contado por diversas fuentes de dentro del canal?

Si lo antedicho parece una locura, más lo es lo que sigue: "Desmentimos rotundamente haber tomado conocimiento de alguno compatible con el delito de abuso sexual en el ámbito laboral de la TV, ni de que exista una denuncia policial al respecto", señaló el comunicado más adelante.

Acto seguido, se admite que se suspendió al presunto abusador “por 29 días sin cobro de haberes, más la realización de las capacitaciones atinentes". Ergo: si no hubo abuso, ¿por qué se lo suspende?

Tratándose de la TV Pública no debería sorprender lo sucedido. Es solo otra mancha más al tigre.

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