Durante los años 70, el PJ sufrió una de las batallas más intestinas y brutales que se pueda recordar, a causa de las disputas que se generaron a los extremos de aquel movimiento. 

Por un lado, la izquierda peronista, representada por los movimientos guerrilleros de la época, como Montoneros, que se arrogaban la potestad del legado de Juan Domingo Perón. Por el otro, la derecha del PJ que encarnaban puntuales y rancios sindicalistas, quienes disputaban la misma herencia. 

La masacre de Ezeiza es resultado de aquella disputa entre uno y otro bando. Con una docena de muertos tras un enfrentamiento armado acaecido el 20 de junio de 1973, en ocasión del regreso definitivo a la Argentina de Perón, luego de casi 18 años de exilio.

En estas horas, se vive una pelea similar, motorizada por el peronismo y el kirchnerismo. Unos y otros aseguran ser los “herederos” de la doctrina de Perón y Evita. Y prometen no escatimar en “armamento” a la hora pelear. 

La disputa, que ha escalado a los medios con una crudeza pocas veces vista -con insultos y descalificaciones mutuas-, ha llevado a que el Frente de Todos analice en estas horas ir a las urnas con dos fórmulas diferentes.

Lo admitió este sábado el ministro del Interior de la Nación, el camporista Eduardo "Wado" de Pedro: "Estamos en un proceso de entendimiento de cómo se llega a las PASO. Hoy lo que más está adentro del resto de los actores es ir a unas PASO con dos fórmulas", puntualizó el funcionario.

Como puede verse, será una lucha encarnizada, cuyos coletazos empezaron a delinearse en una elección de enorme relevancia, aunque minimizada por los medios. Se trata de los comicios del Mercado Central, donde se enfrentaron sendos candidatos, del peronismo y el kirchnerismo.

En un rincón se pudo ver a Facundo Tignanelli, un referente cercano a Máximo Kirchner; por el otro, Aníbal Stella, cercano a Fernando Espinoza. 

No se trata solo del manejo y control del principal centro de comercialización de frutas y verduras del país, que abastece a un mercado de consumo de más de 13 millones de personas, sino también otros negocios subrepticios que surgen de allí.

Tráfico de drogas, venta de armas, lavado de dinero e incluso la utilización de punteros para actos de campaña. 

Se trata de un sistema perverso pergeñado eficazmente por Eduardo Duhalde cuando era intendente de Lomas de Zamora, y que luego fue perfeccionado por sus diversos sucesores. 

Como sea, lo ocurrido en el Mercado Central es la postal de la primera derrota fuerte del kirchnerismo, que daba por victorioso a su candidato, Tignanelli. Un real preludio de lo que vendrá. 

Entretanto, en la vereda de enfrente, Juntos por el Cambio saborea las mieles de la victoria, la cual da como un hecho consumado. Curioso anhelo, conducir un país que va directo al estallido económico y social.

Las encuestas dan como favoritos a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, alternativamente. En ciertas mediciones el que encabeza las preferencias es el alcalde porteño; en otras, la favorita es la titular del PRO. 

Por ahora, es temprano hacer predicciones. Baste recordar que en marzo de 2009 Francisco De Narváez era un perfecto desconocido y, tres meses más tarde, venció a Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires. 

Hubo severos carpetazos entonces contra el empresario colombiano, vehiculizados por Horacio Verbitsky a pedido de los K. Allí se acusó a De Narváez de estar vinculado al negocio del narcotráfico. Ello finalmente resultó falso y ni siquiera le sirvió a Kirchner para sacar ventaja alguna.

La historia se encamina a repetirse, cual farsa, como solía decir Karl Marx. A través de furiosas acusaciones mutuas entre Bullrich y Larreta, que ya fueron anticipadas en este mismo espacio. 

El larretismo impulsa la difusión de un viejo expediente por presuntos sobreprecios en la compra de lanchas israelíes que involucrarían a Bullrich. Aparece allí la sombra del ex montonero Mario Montoto, verdadero dueño del portal Infobae.

Desde el bullrichismo insuflan otra denuncia, gravísima también, por presunta pedofilia. Que involucraría a Larreta. Es una presentación judicial poco creíble, realizada en 2019 por un presunto periodista, que ha empezado a ser viralizada en redes sociales esta semana. 

También se difundió a través de un portal web que sabe destacarse por sus operaciones de prensa, Realpolitik, comandado por un testaferro del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno llamado Santiago Sautel.

En ese descarnado escenario, Mauricio Macri será el gran jugador de una partida de ajedrez que se presume para alquilar balcones. Siempre en bambalinas. 

El tiempo lo ha ayudado a madurar políticamente y lo ha vuelto un político tan incruento como perverso, en el sentido más literal de la palabra. Con esas condiciones trabajará en un armado que solo se entenderá si se tiene en cuenta que su cabeza está puesta en 2027, donde intentará jugar su “segundo tiempo”. 

Lo ayudará otra condición que supo cosechar en los últimos años: la paciencia. De hecho, ha adoptado una frase de Benjamin Franklin que asumió como propia: “Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea”.


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