El nombre de Héctor Horacio Martínez Sosa cobró relevancia esta semana por aparecer en medio de una trama de negociados en el Estado a través de la contratación de seguros.
Sin embargo, sus trapisondas ya fueron reveladas por este periodista en 2020, a raíz de las fiestas que supo organizar en San Fernando, provincia de Buenos Aires, violando la cuarentena que se imponía en esas jornadas por el Covid.
Su impunidad tiene una explicación: ostentaba la protección de su amigo Alberto Fernández, el mismísimo presidente de la Nación, de quien se presume su testaferro.
Oportunamente, estuvo casado con quien fue una de las secretarias del ex mandatario, cuando era jefe de Gabinete, Maria Cantero, sospechada de actuar como prestanombre de Fernández en esos días.
Aparece allí toda una trama de negocios que fue descubierta por su “segundo”, Jorge Rivas, y que culminó en un suspicaz hecho de violencia contra este.
Más aún, Martínez Sosa figura en la declaración de bienes del propio ex Jefe de Estado como acreedor.
El hombre, que es accionista de las empresas Flyers Concierge Latam SA y Safety Consultora de Higiene y Seguridad SA, supo hacer mucho dinero cuando Alberto era mandamás en el Bapro.
Sosa es un personaje de novela: en los años 90 vivía en Ushuaia, donde quebró, se instaló en Buenos Aires con una mano atrás y otra adelante, y logró volverse millonario gracias a la mano que le dio el ex presidente como titular de la Superintendencia de Seguros de la Nación. Alberto le abrió la puerta a negocios lícitos e ilícitos, sobre todo estos últimos.
Hoy en día, posee dos ostentosas casas, una de las cuales está justo en el cruce con la esquina de Guido Spano, donde fueron anexados dos lotes vecinos de 600 M2 cada uno en los últimos 4 años.
En uno de estos últimos se construyó una casa que es usada como gimnasio; a su vez, en la casa original, Martínez Sosa tiene una impresionante bodega subterránea, donde colecciona vinos carísimos (Continuará).
Y como se hace con un tipo como ALBERTO FERNANDEZ, que cuando se descubre la Fiesta de Olivos dice " MI pobre Fabiola, organizó una fiesta .......... ". Y ahora de su ex secretaria MARIA CANTERO dice: " No le pedí a CANTERO haga ninguna gestión, dudo que ella haga una cosa así. Si lo hizo no lo avalo; ninguno te va a decir que pedí por alguien. Yo lo dudo, pero no puedo garantizar que ella no haya hecho una cosa así. Si fue así se extralimitó " . EL no se siente responsable DE NADA. TODO LE RESBALA.
AF se la pasó diciendo que mientras él fuera presidente se iban a acabar los vivos, dando como ejemplo a Bugs Bunny. Cada cosa que hizo fue una gran Bugs Bunny. La fiesta de Olivos, las vacunas para los amigos. Dijo que "qué tenía de malo adelantarse en una cola". Permitió que su vice se las tomara del país en plena pandemia-cuarentena cuando nosotros no podíamos cruzar la Gral. Paz para ver a nuestros hijos/padres. Aprovecho para decirles que para mí no hay nada peor que colarse en una fila. El peor acto de corrupción de la historia es el de Cristina cuando se piantó a Cuba. No era senadora (aunque presidiera las sesiones del senado), pero sí integrante del poder ejecutivo, encargado de ocuparse de la salud de todos nosotros. Encima recién elegida.
Siguiendo con lo narrado por M. Alberti, creo recordar que fue bajo la presidencia de Macri, que tres fiscales o jueces, le permitieron a la morocha irse a Cuba por la friolera de 10 veces!. Con aviones de asientos de primera y con custodia. Pero eso si, A estar " a estado de derecho" en medio de juicios suspendidos. Tremenda tomada de pelo. Que era x el tema de su hija enferma, bla bla bla. Ella en cambio era recibida con alfombra roja al pisar ese país vedado de libertad, pero ella iba a los mejores lugares, hoteles, y tenia a su hija en forma privilegiada....mientras era adoctrinada por comunistas expertos en técnicas de todo tipo. Y de paso aprendiendo las artes de la santería afro cubana, o sea, la santeria, del lucumi el orisha, el babalao y todas estas yerbas. A su regreso la rea vestía toda de blanco como para sentirse no solo especial sino hasta santa. Al subir Alberto ella fue por décima vez mas a Cuba, ya como senadora, a traer a su hija....que la pobre regreso mas confundida y desorientada que nunca. Lo que sigue es historia, las vacunas, el rechazo de la Pfizer, el traer a rusos con la vacuna Gamaleya, donde se pagaron sumas nunca investigadas y las segundas dosis jamás llegaron, o muy pocas. Y la gente empezó a vacunarse al tuti fruti, con lo que habia que daba todo igual. MS DE 130 MIL MUERTOS Y EN MEDIO DE ESTA SITUACIÓN PERMITIENDOSE LA LLEGADA DE FALSOS MÉDICOS CUBANOS QUE SE METIERON A HACER MEDICINA SIN CREDENCIALES DE SUS EGRESOS COMO MEDICOS, TRABAJANDO COMO TALES, EN EL AREA DEL INOCENTE DE KICILLOF., siendo pagados en dolares que recibia el gob. Cubano.......x medio de esos médicos que tal vez eran apenas enfermeros los mas. Tampoco nada investigado , como debe de ser. Quien los fiscalizaba en sus trabajos? Y la trama sigue, serían carillas y carillas, de una historia de horror.
jajajajajajaja alberto fernandez esta haciendo lo mismo que hizo cuando se descubrio las fiestas en olivos durante la pandemia e hizo lo mismo la culpa lo tuvo la mujer que en este caso es la secretaria es decir se hizo la victima y despues se descubrio que era todo verdad esta mintiendo alberto fernandez y lo gracioso que dice que es una persona honorable jajajajajajajajaja honorable las pelotas y el que esta metido en este curro es el gobernador melella
Lo agobiante es que la reiteración cotidiana de choreos de fondos públicos no provoca sino una transitoria bronca. Sus autores juegan al Gran Bonete, favorecidos en su impunidad por los inmundos jueces y fiscales que se limitan a seguirles la corriente y asegurarles el producto de sus afanes. Las pocas excepciones que hay confirman dicha regla. Pero como el resultado es siempre más de lo mismo, no sirve. Sólo la prisión (la concreta, no la "domiciliaria" en countrys como la que disfrutan Lázaro Báez y asociados) puede revertir la certeza de que el robo de fondos públicos en Argentina está plenamente garantizado para sus autores y asociados.