![El hoy ministro de Defensa quiere coronar como mandatario mendocino, pero hay factores que van más allá de su imagen positiva. El hoy ministro de Defensa quiere coronar como mandatario mendocino, pero hay factores que van más allá de su imagen positiva.](/aimages/202502/37613-en-silencio-luis-petri-construye-su-candidatura-a-gobernador-de-mendoza-696x603.jpg)
Luis Petri construye su candidatura a gobernador en completo silencio. O casi. Sólo lo habla con sus más íntimos. Las encuestas le dan bien, y lo festeja. Pero ello no alcanza.
Depende en gran parte de la suerte de Javier Milei, que por ahora es creciente. Pero ¿hasta cuándo? ¿Cómo saber qué ocurrirá en el mediano/largo plazo? Es el gran temor, no sólo de Petri, sino también de quienes lo acompañan en su aventura.
En unos meses, habrá una prueba de fuego. Serán las legislativas. Allí se verá qué poder de fuego tiene el hoy ministro de Defensa. También será el termómetro de la gestión de Alfredo Cornejo.
Por lo pronto, según pudo saber Tribuna de Periodistas, ambos se verán las caras el próximo 22 de febrero en una reunión que por ahora se mantiene en reserva. Intentarán acordar una suerte de alianza, respecto de la cual ninguno de los dos está dispuesto a ceder demasiado. Ergo, será una negociación áspera y árida.
Por naturaleza, Cornejo es un personaje duro a la hora de hacer concesiones. Por su parte, Petri siente que tiene todas las cartas a su favor, que su propia figura traccionar a los candidatos de su lista y dar un batacazo.
Ello oficiaría como prometedor preludio de la elección de 2027, por la gobernación de la provincia, donde el hoy mandatario local está vedado de participar.
En tal contexto, Petri avanza con su armado a través la fundación “Mendocinos por el Futuro”, el mismo espacio con el cual compitió en las últimas primarias provinciales dentro del espacio Cambia Mendoza.
Lo hace en departamentos periféricos al Gran Mendoza. Allí recalará en última instancia, según confirmaron fuentes de su entorno a este portal. Será una tarea ardua, apalancada en un 100% en la figura de Petri. Con más esfuerzo que dinero.
Ciertamente, hay empresarios interesados en apostar a la aventura del titular de la cartera de Defensa, pero no alcanza aún para sostener los altísimos costos que lleva motorizar una campaña política.
No sólo refiere a la propaganda, afiches y cuestiones similares, sino también el pago a la militancia, los viáticos y todo lo demás. Son millones y más millones. En un contexto magro, definido por Milei con tres simples palabras: “No hay plata”.