Sobradamente este periódico ha dado cuenta de cómo el mundo del periodismo vernáculo está saturado, cada vez más, de mercenarios que cobran jugosos sobres con dinero provenientes de las arcas de la ineficiente Secretaría de Inteligencia del Estado —ex SIDE—, a efectos de ser permeables a ciertas operaciones de prensa oficiales y callar muchos de los escándalos de los diversos gobiernos de turno.
Esa erogación, efectuada a través de fondos siempre "reservados" del espionaje nacional, tiene un nombre más que interesante: "cadena de la felicidad" y agrupa a muchos de los periodistas de renombre que se ven a diario en televisión, se escuchan por radio y se leen en los principales diarios.
La sociedad en general desconoce este último "detalle" y suele creer rajatabla en las afirmaciones de esos hombres de prensa que previamente han sido endulzados con el "néctar" de los sobres aportados por la Inteligencia nacional.
A la hora de la tentación monetaria, no han sido la excepción algunos de los periodistas que escriben en Tribuna de periodistas, incitados por más de un funcionario oficial. De más está aclarar que jamás se ha aceptado ese eventual dinero y, en más de una oportunidad, el mero ofrecimiento se ha denunciado públicamente por este mismo medio (1).
Por otro lado, el artículo 1.2 del Manual de estilo y ética de este periódico es sumamente estricto a la hora de hablar sobre los "sobres" dinerarios: "Tribuna de periodistas no permite a sus periodistas callar o difundir información por intereses ajenos a los de la sociedad, aún cuando se trate de nuestros intereses personales. Rechazamos dinero, donaciones o privilegios que se nos ofrezca a cambio de influir, modificar o deformar la información". (2)
Así ha sido hasta ahora y así seguirá siendo a futuro, mal que le pese a ciertos delincuentes escudados en sus cargos públicos.
El espía que me amó
Hace varios años, fui citado a una confitería ubicada en Villa del Parque, en la intersección de las calles Nazarre y Cuenca, por un agente "no orgánico" (3) de la ex SIDE llamado Miguel Ángel Furci, al que —supe posteriormente— le decían "pato Fillol" en el ámbito de la Inteligencia.
Una vez allí, el espía me ofreció "operar" contra ciertos sitios de Internet de relevancia a cambio de dinero de la SI. "Hay gente que le está haciendo mucho daño a la Secretaría (de Inteligencia) y la idea es pararlos un poco, vos podés hacerlo", aseguró Furci luego de explicarme que hacía ciertos trabajos sucios para el todoterreno director de Contrainteligencia de la SI, Jaime Stiusso (4).
Yo no hago ese tipo de cosas, soy un periodista independiente", respondí al espía sin dudar. En una mesa cercana se encontraba Carlos Forte, editor de este periódico.
Luego de insistir infructuosamente, Furci se despidió de mí y me pidió "total reserva" de la charla. Yo crucé la calle, tomé el colectivo 24 y regresé a mi hogar con un amargo sabor en la boca.
A los pocos meses, supe que Furci era un delincuente de poca monta, cuya tarea más relevante había sido la apropiación ilegal de una menor a la que adoptó como su propia hija. En el fallo que lo condenó por ese delito, aparecen los escabrosos detalles de su proceder: "Entre los años 1970 a 1985, (Furci) se desempeñó en la Secretaría de Informaciones del Estado. Que durante el año 1976 en el centro operativo de la SIDE conocido como 'Automotores Orletti' en el sector de mujeres detenidas observa 'a una mujer tabicada y jugando a su alrededor una criatura de aproximadamente un año de edad'. (f. 1253v).
Toma entonces conocimiento que tanto la mujer detenida como su pareja iban a ser trasladados por miembros del Ejército uruguayo a dicho país, con destino incierto, motivo por el cual le ofrecen a la niña en adopción, es decir se la entregan (f. 1253v).
Que accede a la tenencia de la menor y la adopta como hija propia. (...). Que la partida de nacimiento de Daniela la compra por intermedio de una persona a la Doctora que figura firmando el instrumento aludido (f. 1253v-1254v; CPMP, arts. 236, 241). El documento que menciona es el certificado de nacimiento domiciliario otorgado por el médico Cesira Albertina Gorordo, con fecha 29 de septiembre de 1975 a las 13.30 horas, que sirve de cabeza al expediente "Furci, Daniela Romina s/inscripción de nacimiento" tramitado ante el Juzgado en lo Civil n 14, Secretaría n 27 de la Capital Federal (f. 1-2)".
El aberrante delito cometido por Furci ha sido incluso admitido por él. Así se describe en el fallo recién referido: "(Furci) ha confesado lisa y llanamente, por un lado, saber que la niña de aproximadamente un año de edad había sido despojada de sus legítimos tenedores, que eran personas detenidas. Por otro lado, que aceptó guardar la menor sustraída y esconderla para que no se tuvieran noticias de ella, mediante la compra de un certificado médico de nacimiento y el registro como prole propia. De manera que, se encuentra cumplido con estas conductas las acciones de retener y ocultar a una menor de diez años de las personas encargadas. Nada agrega que la infanta desconociera su filiación, porque es indiferente que medie o no el consentimiento del incapaz sobre la acción del recurrente (CPMP, arts. 316, 321)".
Muchos personajes como Furci, lastre de los peores vicios de la última dictadura militar, son los que hoy trabajan en la ex SIDE. Eso genera un inevitable interrogante, ¿cómo es posible especular siquiera con un depuramiento a futuro, en un organismo que ha quedado anclado a lo peor de los años de plomo?
Furci ingresó a la ex SIDE en el año 1978 otorgándosele la pertinente credencial —Nro. 8087— bajo el seudónimo de Arturo Marcelo Fillol. Desde ese momento hasta la fecha, jamás dejó de revista en el organismo de Inteligencia. Siempre haciendo los trabajos más sucios que se puedan imaginar, incluyendo el señalamiento a sus propios compañeros a efectos de no ser responsabilizado él mismo por la sistemática violación a los derechos humanos durante los años 70.
Hoy es uno de los operadores más persistentes —y menos eficientes— del oscuro Jaime Stiusso, haciendo tareas de reclutamiento de periodistas y operaciones de prensa a través de irrelevantes blogs de Internet (4).
Furci suele mostrarse como una persona sencilla ante sus eventuales interlocutores, pero es un hombre que no puede justificar el dinero que posee. Tampoco podrá borrar jamás las condenas que le propinó oportunamente la Justicia, siempre en el marco de delitos aberrantes como la "supresión de identidad" y la "falsedad ideológica en documento público".
Se insiste en la retórica pregunta, ¿cómo un personaje semejante puede ser empleado público, especialmente en la ex SIDE?
Concluyendo
Caludio Mardones, prestigioso periodista y conocedor de la trama de los oscuros años 70, ha sabido sintetizar el "trabajo" de Furci mejor que nadie: "un agente de los grupos de tareas que regían sobre la vida y la muerte de los 120 detenidos desaparecidos uruguayos que pasaron por el centro clandestino de detención Automotores Orletti que funcionó en la Capital Federal, bajo órdenes de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) desde 1976 hasta 1979.
Así como Orletti carga con el agravante de haber retenido ilegalmente entre sus paredes a 6 embarazadas y 6 recién nacidos, Furci lleva esa misma marca sobre su conciencia. El pato Fillol como lo conocen sus colegas de inteligencia, fue procesado y condenado por la apropiación ilegal de la niña de casi dos años Mariana Zaffaroni Islas, hija de un matrimonio de uruguayos desaparecidos en Orletti. Ese crimen de lesa humanidad, fue el que provocó la detención del ex dictador argentino Jorge Rafael Videla el 26 de septiembre de 2001, por ser la cabeza de un 'plan sistemático de apropiación ilegal de hijos de desaparecidos', donde Furci era uno de sus más destacados ejecutores."
Huelga todo comentario o agregado al respecto.
Christian Sanz
(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=3063
(2) Ver Manual de Estilo de Tribuna
(3) Así se denomina a aquellos empleados de la ex SIDE que no aparecen en la plantilla oficial de la dependencia.
(4) Furci es tan poco eficiente que ha sufrido él mismo el hackeo de los blogs que creó en su momento y hasta fue víctima de la intervención de su propio correo electrónico, donde quedó al descubierto que estaba "operando" contra diversos medios de prensa.
Que suerte que exista un sitio como para corroborar algunas noticias. Gracias