Aunque parezca que avanza, la causa por los medicamentos adulterados podría estar cerca de sufrir un preocupante "parate". En las últimas horas, el juez Federal Norberto Oyarbide, a cargo de ese voluminoso expediente, aseguró que había hecho todo lo que podía hacer y que había llegado a lo más "alto" que podía llegar en la cadena de responsabilidades del expediente de marras.

    Eso significa que el magistrado no tendría pensado llegar más allá de la figura de Néstor Lorenzo y Juan José Zanola —y eventualmente hasta Héctor Capaccioli—, a pesar de las profusas evidencias sobre algunos otros jerarcas sindicales y políticos. En tal sentido, cabe preguntarse: si se llegó hasta Lorenzo, uno de los dueños de droguería San Javier, ¿por qué no se indaga sobre su socio, Carlos Torres?

    Es sumamente sugestivo que Oyarbide no mencione tampoco a Néstor Vázquez, ex gerente de la Superintendencia de Servicios de Salud. Si hubo corrupción a través de la adulteración de remedios, no hay manera de que no haya existido permisividad oficial para que esto ocurriera.

    ¿Alguien puede creer que sea casual que las mismas droguerías que impunemente han falsificado medicamentos, hayan aportado a la campaña del Frente para la Victoria del año 2007? No sólo no es casual, sino que muchas de las denuncias que hoy ven la luz, han sido efectuadas hace más de cinco años sin que a ningún funcionario le interesara.

    Quien escribe estas líneas, por caso, estuvo reunido en dos oportunidades con la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, a mediados del año 2008 en su despacho oficial, analizando expedientes que comprometían a los mismos empresarios que hoy aparecen bajo la lupa de la Justicia, junto a importantes droguerías y funcionarios de la Superintendecia de Servicios de Salud.

    A este último respecto cabe destacar un dato más que preocupante: los mismos funcionarios que fueron eyectados por Ocaña en el marco de los referidos expedientes, hoy están siendo reincorporados en sus antiguos cargos, merced a la gestión del flamante superintendente, Ricardo Bellagio (1). Antes de seguir adelante, hay que recordar una vez más que estamos frente a personas que han lucrado con la salud pública y que son responsables —directa o indirectamente— de la muerte de cientos de pacientes con enfermedades gravísimas.

    En exclusiva, Tribuna de periodistas muestra el organigrama que propuso Bellagio en la superintendencia y que está a punto de refrendar la presidenta Cristina Fernández de Kirchner:

    -Subgerente de Asuntos Jurídicos: Silvia Albino, funcionaria puesta por Néstor Vázquez, socia de la esposa de Bellagio en una consultora "pantalla" utilizada para canalizar "aportes" dinerarios a efectos de lograr la aprobación de balances y programas puntuales. Fue gerente de Capaccioli.

    -Gerente de Atención al Beneficiario: Raymundo González.

    -Subgerente de Control Prestacional: Jorge Yedlin, hermano del ministro de Salud de Tucumán.

    -Subgerente de Atención al Beneficiario: Evangelina Dorola, empresaria, dueña de varios establecimientos privados de discapacidad. Puesta por Vázquez y llevada inicialmente por Chiche Duhalde en el año 2002.

    -Gerente de Gestión Estratégica: Jorge Leguiza, puesto por Vázquez, amigo de Ginés González García. Ingresó con la Alianza y es parte del "equipo" Bellagio-Vázquez-Capacioli.

    -Subgerente de Gestión Estratégica: Luis Tardío Velazco, socio de Bellagio, incorporado por Vázquez hace 10 años.

    -Gerente de Control Económico Financiero: Mario Vicchio, menemista puro, fue "gerente " incondicional de Vázquez durante años.

    -Subgerente de Gestión Estratégica: Carlos Petrini, socio de la consultora antes mencionada y hombre de Bellagio. Es el soldado que utiliza el grupo para apretar a las obras sociales que no se reportan, es decir, que no pagan la cuota mensual a la consultora mencionada más arriba.

    -Gerente de Administración: Sandro Tarico, puesto por Juan Rinaldi.

    -Subgerente de Administración: Estela Segovia, incondicional de Capaccioli y varias veces gerenta de Administración. Fue puesta por Vázquez y está hace más de 12 años gravitando allí.

    -Gerente de Articulación con los Subsistemas de Salud: Alberto Mangiaterra, en uso de licencia psiquiátrica, es un contador amigo de Bellagio.

    -Subgerente de Articulación con los Subsistemas de Salud: Ana Tittaferrante, su único mérito es ser la madre del joven que se casó hace un año con la exclusiva secretaria —ahora personal— de Alberto Fernández. Leal al ex jefe de Gabinete y respaldada a muerte por Capaccioli.

    -Subgerencia de Informática: Jorge Quintana, manipula e inventa de pacientes inexistentes a los que luego, las droguerías como San Javier, entregaran medicamentos inexistentes por cientos de miles de pesos. Maneja el padrón a su antojo con ¡20 millones de beneficiarios! Es la mano derecha de Vázquez.

    -Subgerencia de Recursos Humanos: José Ferro, hombre de Andrés Rodríguez (UPCN).

    -Defensor del Beneficiario: Fernando Finvarb, amigo personal de Alberto Fernández y Capaccioli.

    -Secretario General: Alejandro Romero, proviene de OSPLAD, obra Social gerenciada por Vázquez desde hace largo tiempo.

    -Gerente de Control Prestacional: Sául Rossi, debería estar jubilado, pero lo han puesto por ser amigo de Ginés.

    -Gerente de Asuntos Jurídicos: Dr. Martín Alves, vinculado al ministro de Salud, Juan Luis Manzur. Nunca antes trabajó en la Superintendencia.


Concluyendo

    Mientras se ejecutan un puñado de medidas pour la galerie, en un expediente que parece haber servido más que otra cosa para desplazar a Zanola de un cargo que muchos otros apetecían, el oficialismo ha demostrado con creces no querer combatir el sistema de corrupción que permite hoy seguir adulterando medicamentos y falsificando recetas con pacientes inexistentes.

    Es una "caja" muy lucrativa, que mueve millones de pesos mensualmente, ¿quién se animará a embestir contra ese sistema entonces?

    No importa que haya pacientes que se mueren, ni que el sistema de salud esté obsoleto, sólo importa recaudar. El kirchnerismo sabía todo lo que hoy sucede desde hace años y jamás hizo nada, al contrario. Aprovechó esa caja para financiar su propia campaña electoral y silenció los expedientes que tramitaban en la Justicia Federal.

    ¿Ese es el célebre progresismo K?

Christian Sanz

(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=5668