Por estas horas, dos jueces de la Argentina y España se han convertido en noticia.

En la madre patria, Baltasar Garzón Real, acaba de ser suspendido en sus funciones por haber intentado investigar los crímenes aberrantes del franquismo.

En Buenos Aires, mientras tanto, Norberto Oyarbide capta toda la atención mediática tras procesar al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, por conformar una supuesta asociación ilícita dedicada a escuchas ilegales.

Nos proponemos establecer al menos diez diferencias existentes entre ambos magistrados dedicados a la instrucción de complicadas causas penales.

1)                      Baltasar Garzón fue electo diputado en las listas del PSOE en 1993, con un apoyo popular casi inédito en las urnas madrileñas.

Oyarbide fue electo por sus compañeros de “Colmegna” como el mejor organizador de fiestas en el mencionado sauna, tras una celebración de cumpleaños propia que resultó inolvidable.

2)                      El juez español fue nombrado delegado del gobierno ibérico en el Plan Nacional de Drogas, con rango de secretario de Estado. Ha dirigido importantes operaciones contra el tráfico,  como las emblemáticas operaciones «Nécora»  y «Pitón».

El magistrado argentino se ha ocupado celosamente de que la principal causa de lavado de dinero de drogas y medicamentos adulterados no roce siquiera al poder político, a pesar de que todas la pruebas muestran que la Casa Rosada recibió aportes dinerarios del narcotráfico.

3)                      Baltasar Garzón es doctor honoris causa en más de veinte universidades de todo el mundo, pero ayer cayó en desgracia tras ser acusado por organizaciones de la más rancia ultra derecha española como “Manos Limpias” y la “Falange española de las Jons”.

Oyarbide, por su parte, llegó a la Justicia a mediados de 1976 gracias a las buenas gestiones del ex juez Roberto Calandra, quién fuera años más tarde defensor del general Roberto Viola, en el juicio a las genocidas juntas militares de nuestro país.

4)                      Baltasar Garzón ha investigado también a la organización terrorista ETA, poniendo en riesgo su vida y la de su propia familia. En octubre del 2002, llegó a suspender durante tres años las operaciones del partido Batasuna, considerado el brazo político de ETA.

Por su parte, Oyarbide también se encargó de la lucha antiterrorista. Basta recordar su decisiva participación en la causa AMIA, cuando ordenó la detención del abogado Mariano Cúneo Libarona, a raíz de una supuesta cámara oculta. Luego de tan importante medida, todo se hizo más fácil.

5)                      Garzón cobró fama internacional y se ganó problemas con el ex presidente conservador Aznar por promover una orden de arresto contra el dictador chileno Augusto Pinochet por la muerte de ciudadanos españoles. Como si esto fuera poco, pidió investigar al ex secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, acusándolo de favorecer la instalación de dictaduras en América Latina en los años setenta.

Oyarbide, mientras tanto, alejó su destitución del Consejo de la Magistratura local al aceptar los pedidos kirchneristas para  volver a encarcelar al nefasto Jorge Videla y su ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz.

6)                      En diciembre del año 2001, Garzón puso en marcha una investigación de las cuentas en el extranjero del segundo banco más grande de España, el BBVA,  por supuestos delitos de lavado de dinero. Esto hizo temblar al sistema financiero de la península.

Oyarbide no es partidario de armar tanto revuelo. Investigó el abultado patrimonio del matrimonio presidencial de CFK y su esposo, desincriminándolos completamente por una pericia de un técnico del máximo tribunal argentino que fuera luego objetada por la propia Corte Suprema de Justicia. Mientras tanto, no avanza la causa por el avión que supuestamente compró el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime y muchísimo menos el escándalo de Skanska, que quedó en vía muerta una vez que llegó a sus manos.

7)                      En enero del año dos mil tres, Baltasar Garzón ordenó el arresto de Osama Bin Laden, jefe de la red terrorista Al Qaeda.

Oyarbide tiene lo suyo, también. Acaba de ordenar el procesamiento del ex ministro de educación porteño Mariano Narodosky.

8)                      Miles de personas participaron el 24 de abril pasado en las concentraciones y manifestaciones convocadas en toda España para denunciar la "impunidad" del franquismo y apoyar al juez Baltasar Garzón, convocadas por plataformas de reconocimiento a la Memoria Histórica. En la capital española, solamente, se reunieron más de cien mil personas frente a la puerta de Alcalá.

En Buenos Aires, al menos diez movileros se reúnen y se concentran en la puerta del edificio donde vive Oyarbide en forma infructuosa, ya que el “enano”, como lo llaman malignamente en Comodoro Py, tiene prohibido seguir hablando sobre las causas que lleva, ya que en más de una ocasión anticipó al aire medidas que estaba por tomar.

9)                      En el año 2002 publicó el primero de sus cuatro libros llamado Cuento de Navidad: es posible un mundo diferente. Es una obra que reúne el pensamiento de Baltasar Garzón acerca de los Derechos Humanos, la Justicia Universal, La Corte Penal Internacional, el terrorismo, los fundamentalismos religiosos, la inmigración, y los Derechos de los Pueblos Indígenas.

En Argentina, desde hace varios años, el ex proxeneta Luciano Garbellano amenaza con publicar un libro y rodar una película sobre las andanzas prostibularias de Norberto Oyarbide en Spartacus, donde en 1997 protagonizó un escándalo al ser retratado en un video casero que circula en distintas redacciones de la tv argentina bajo el título “Bartolo toca la flauta”. Cuatro años más tarde, el Senado argentino lo absolvió de los graves cargos que pesaban sobre él por amenazas y abuso de poder en una sesión a la que nadie prestó atención, ya que 24 horas antes habían volado las torres gemelas de Nueva York...

10)                   Garzón Real es considerado el arquetipo de un juez. Casado, con tres hijos, lleva adelante una vida muy austera y lejana al ruido mediático.

Oyarbide, finalmente, pasa casi todas sus tardes entre vapores de baño turco y masajes en el microcentro porteño. Se lo considera un “bon vivant” que ama correr por la costanera porteña y asistir a frecuentes almuerzos y cenas en el coqueto y exclusivo Piegari de la zona de Retiro.

Marcelo López Masia