La oposición comenzó a acelerar algunos pasos tendientes a definir espacios, más que candidatos, aunque en un camino que comienza a encontrar obstáculos previsibles, dado el nivel de heterogeneidad en el antikirchnerismo.

La jugada de Francisco de Narváez de invitar a su casa a cenar a Felipe Solá, Mario das Neves y Adolfo Rodríguez Saá, no sólo es un gesto hacia Eduardo Duhalde para demostrarle que no será el caudillo bonaerense el gran elector del Peronismo Federal sino también hacia Mauricio Macri: “por ahora, no será nuestro candidato”, dijo uno de los comensales.

Ese sector del Peronismo Federal, al que sorprendentemente adhirió el puntano Alberto Rodríguez Saá y un chubutense como Mario Das Neves, que duda, entre ir por adentro o por afuera del PJ de Kirchner, acordó empezar a recorrer la provincia de Buenos Aires. En algunos ocasiones lo harán en forma separada, en otras, de a dos. No obstante, quieren que Duhalde forme parte del espacio pero no el líder.

Ese sector se entusiasma con un 15 por ciento de intención de votos que dice tener y al que podría sumársele los votantes del PRO, si es que Macri finalmente se baja se su postulación o conforma una alianza.

Empero, por ahora el Jefe de gobierno porteño da muestras de que mantiene intactas sus intenciones de competir en el 2011. Ayer, en una reunión con embajadores latinoamericanos -a la que no asistió el de Venezuela, por decisión propia- Macri volvió a presentarse como un “precandidato”, pero con “una alternativa propia”.

Dicen, algunos presentes, que los embajadores no comprenden ni al oficialismo ni a la oposición. Al oficialismo porque, creen, toma medidas que luego se le vuelven en contra, sobre todo respecto a la mirada del exterior. Y a la oposición, por sus continuos devaneos, que no le permiten conformar aún, una alternativa cierta al kirchnerismo.

Devaneos del que no está exentos el proceso frentista del radicalismo y el socialismo, que hoy comenzaron a transitar la ruta hacia una convergencia en el 2011. Convergencia que se descarta contará también con el partido GEN de Margarita Stolbizer y algunas fuerzas provinciales, pero que de seguro reflejará la escisión de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. “Estoy afuera”, pronunció la dirigente chaqueña, para que no quedaran dudas.

Sin embargo, pese a la propaganda que tuvo en los últimos días una eventual fórmula Alfonsin-Binner, lo cierto es que Julio Cobos quiere competir en las primarias. Salvo que la UCR, cuyo titular Ernesto Sanz ya se pronunció a favor de Alfonsin, le comunique lo contrario. En ese caso, el actual vicepresidente analizará si convalida una jugada de ese tipo del radicalismo.

Ocurre que Cobos solo aceptará que la discusión de candidaturas con Alfonsin se dirima en primarias (no importa si Binner acompaña al hijo del ex presidente radical), o bien por consenso. Es decir, consenso para el diccionario cobista, es que uno de los dos se baje; que Cobos sea candidato y Alfonsin postulante a la gobernación bonaerense; o bien que Alfonsin sea el presidenciable y Cobos se vuelve a su casa. De la gobernación de Mendoza, no quiere saber nada.

Lo que más claro aún tiene el mendocino es que de competir, lo hará de la mano de la UCR y no de ningún otro partido. “Se lo prometió a Don Raúl, hacer todo lo posible para reunificar el partido, y va a cumplir su palabra”.

Walter Schmidt
DyN