Contar una historia en dos colores contrapuestos facilita el relato al precio de arrasar con los matices. Si bien un conflicto tiene en la esencia del mismo una reducción binaria, el análisis del mismo debe intentar comprender la mayoría de los aspectos. El militar prusiano Carl von Clausewitz sostenía en una frase muy reiterada, que “la guerra era la continuación de la política por otros medios”. En períodos en que el poder económico en algunos de sus estamentos es cuestionado, se puede dar vuelta la frase citada. Entonces en determinadas circunstancias “la política es la continuación de la guerra por otros medios”
A su vez Sun Tzu, un clásico chino sobre el tema en El arte de la guerra sostenía: “en medio del tumulto, la batalla parece caótica, pero no debe existir desorden en las propias tropas. El campo de batalla puede parecer confusión y caos, pero el bando propio debe permanecer ordenado. Así será a prueba de derrotas”.
Distintas agrupaciones políticas favorables al Gobierno convocaron a la Plaza Lavalle para apoyar la ley de medios audiovisuales que tiene suspendida por una medida cautelar el artículo 161 llamado de desinversión, que obliga a los medios hegemónicos a desprenderse de las licencias por encima de las admitidas en el término de un año.
Una concentración de alrededor de 25.000 personas fue ninguneada por las canales de noticias con excepción de canal 7. Esos medios se referían a los problemas de tránsito con prescindencia de mencionar su origen: los manifestantes afluyendo hacia el Palacio de Tribunales.
Hebe
Es una figura que en su discurso y en su accionar no ejercita los matices. Eso origina una repuesta, también sin matices, entre los que la aman y los que la detestan. Referente principal de la mayor gesta argentina consumada en las tres últimas décadas del siglo XX, la tragedia la arrancó de la cocina y de su rol de ama de casa, y la precipitó al espacio público por donde sólo transitaba el miedo, el horror y la muerte. Con sus prodigiosos ovarios y un discurso amasado desde las vísceras; las Madres de Plaza de Mayo y Hebe como referente gastaron las suelas y el alma por las calles de la ciudad indiferente, dieron interminables vueltas alrededor de la Pirámide de Mayo, golpearon puertas de gobiernos, iglesias y cuarteles, la mayor parte de las cuales se cerraron como consecuencia del temor, el culto al silencio o la complicidad.
A lo largo de 27 años de democracia fijó posiciones como militante social sobre hechos nacionales e internacionales, algunas de las cuales cuestionables y sujetas a las críticas. Creo de la nada un establecimiento educacional, una librería, una radio, construyó viviendas para los sectores de menores recursos. Fue seducida por el kirchnerismo y con su habitual fogosidad encolumnó su accionar en esa dirección. Es una figura conocida mundialmente y con llegada fácil a los presidentes latinoamericanos más radicalizados.
Gabriel Mariotto había propuesto un documento único para ser leído en el acto de Plaza Lavalle. No tuvo éxito y se estableció una lista de varios oradores con un cierre a cargo de Hebe. Por lo tanto ninguno de los organizadores puede desconocer las características desprejuiciadas de la oratoria de Bonafini. Muchos otros referentes políticos han dicho frases desgraciadas como Carrió, Macri, Biolcati o De Angeli para citar sólo algunos, con la disminución sonora y la ausencia de adjetivos calificativos de muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras, que son pigmeos en comparación con ella. Pero eso no disculpa los excesos verbales y los gruesos errores incurridos en su discurso por Hebe. Calificó en forma amplia a los integrantes de la Corte Suprema de “turros” y cómplices de la dictadura. En la generalización comete absurdas injusticias, precisamente con una Corte de la cual el gobierno la exhibe como uno de sus hitos y es en uno de los pocos en que coincide la oposición. En forma arriesgada acusó a los magistrados de recibir sobres. Y como coronación amenazó con tomar por asalto el Palacio de Justicia. Sería bueno recordar que nunca los integrantes de los organismos de derechos humanos y los familiares de las víctimas hicieron justicia por mano propia.
La ley de medios está en aplicación por un fallo de esta Corte que desestimó, por unanimidad, una medida cautelar insólita de una jueza de Mendoza, Pura de Arrabal, que había suspendido la aplicación de la ley en su totalidad.
De las acusaciones al boleo, puede extraerse una versión política que parece sólida y sólo el tiempo será capaz de revelar: las intenciones del presidente de la Suprema Corte el Dr. Ricardo Lorenzetti, de lanzarse al ruedo político con la infraestructura mediática y mucho más del multimedios Clarín. Se hace hincapié a sus frecuentes sus visitas sociales al grupo hegemónico, cuando la Corte ha tenido o tiene en estudio fallos que pueden afectar al mismo en el futuro.
Hebe ha sido siempre una francotiradora. La mayor parte de los medios visibilizaron la marcha retaceada con la repetición al infinito del mentado discurso.
Si reflexionara con la cita de Sun Tzu, en El arte de la guerra citada anteriormente: “ en medio del tumulto, la batalla parece caótica, pero no debe existir desorden en las propias tropas. El campo de batalla puede parecer confusión y caos, pero el bando propio debe permanecer ordenado. Así será a prueba de derrotas.” Su participación cambió el eje de la marcha. El bando propio debe permanecer ordenado. Afortunadamente algunas de las banderas que ha levantado Hebe son enarboladas por multitudes. Ya no está sola. Por eso más que acentuar la soledad conviene integrar el equipo. Evitando hacer goles en contra en el arco nacional y popular.
Dos personas en una
Hay dos Juan Bautista Alberdi. El joven de la revista La moda, el liberal funcional al establishment de la época, el inspirador de una constitución de 1853, tomando como base El Federalista de Hamilton. En nuestro país las guerras civiles concluyeron con resultados diferentes a la Guerra de Secesión norteamericana. A 12 años de la sanción de la Constitución, Alberdi se transforma en el intelectual más lúcido de la segunda mitad del siglo XIX. Se enfrenta a Mitre y la concepción mitrista denunciando a la Guerra de la Triple Alianza en El crimen de la guerra. Sus análisis en Grandes y pequeños hombres del Plata, tiene una profundidad y un lenguaje moderno que más de un columnista actual envidiaría.
En el siglo XX Jorge Abelardo Ramos fue un ensayista original, un político combativo, un orador brillante y un escritor notable. Ayudó con sus libros y su prédica a lo que se conoció como el proceso de nacionalización de las clases medias y que generaciones de jóvenes entendieran la progresividad del peronismo y de los movimientos populares en América Latina.
El hombre lúcido que criticó y demolió la teoría del foco encarnada por Fidel y el Che, en el final de sus días identificó la progresividad del peronismo en el termidor menemista, como si hubiera desaprendido lo que tan brillantemente enseñó durante la mayor parte de su vida.
Dos personas en una. Alberdi y Ramos. En una historia sin matices algunos toman la parte que coincide con su visión y ocultan o disminuyen la otra parte. Pero una visión integral implica reconocer las grandezas y las flaquezas. Los aciertos y los errores. Ni más ni menos que el carácter humano de los protagonistas.
Cristina Fernández y Julio César Strassera
Acá hay dos historias con debilidades comunes en un mismo período y grandezas en épocas diferentes. Strassera fue fiscal durante la dictadura establishment- militar y tuvo como tal una situación cómplice y en algunos casos su comportamiento fue poco decoroso. Cristina Fernández y su marido se refugiaron en Santa Cruz, no levantaron ni lucharon por los derechos humanos y como abogados se dedicaron a una tarea socialmente poco edificante como la de quedarse con las propiedades de deudores que no podían pagar. Strassera “limpió” su pasado con un comportamiento impecable como el fiscal del juicio a las juntas. Cristina Fernández continuó la política de derechos humanos iniciada por Néstor Kirchner lo que implicó hitos fundamentales como la derogación de las leyes de la impunidad y el juzgamiento masivo de los asesinos. Con eso suplió “sus ausencias” en los años de plomo.
La lucha en el barro deja a todos embarrados. Es inútil y falaz arrojarse con el pasado poco recordable de ambos durante los días de noche y niebla. Otra entrada a los matices de la historia a partir de los pasivos en lugar de encararlos de lo recordable de ambos.
Los matices en la historia
Carlos Marx sostenía que “el hombre hace la historia, pero no en las condiciones elegidas por él”. No pudieron elegirlo ni Hebe, ni Strassera ni Cristina Fernández. Asumieron su tiempo con sus virtudes y sus limitaciones. Fue el mismo Marx, conocedor profundo de la materia humana quien escribió: “en la historia como en la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida”. La acumulación de las luchas de las madres y abuelas, de los organismos de derechos humanos, los testimonios de los sobrevivientes, la Conadep, del juicio a las juntas de Alfonsín y lo realizado por el kirchnerismo, posibilitaron la concreción de una utopía que parecía inalcanzable. Un sueño de justicia después de las noches de pesadilla. Una cruzada colectiva.
Esa a la que se refería Helder Cámara cuando afirmaba: “cuando uno sueña solo, es sólo un sueño; cuando soñamos juntos, comienza a construirse otra realidad”
Hugo Presman