La presidenta Cristina Kirchner en un acto en Ciudad Evita, partido de La Matanza, anunció el envío de seis mil gendarmes a la provincia de Buenos Aires, para apoyar a la Policía Bonaerense en la prevención y combate del delito en el marco del denominado “Plan de Protección y Prevención Ciudadana”.
Se trata del "Operativo Centinela", el cual fue presentado junto a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, en la Escuela de Gendarmería Nacional Martín Miguel de Güemes.
El operativo Centinela tiene como objetivo evitar desbordes y nuevos asentamientos ocupacionales no autorizados y tendrá una duración mínima de seis meses el cual comenzará el día 1 de enero.
El Operativo Centinela se trata de una de las primeras medidas dispuestas por Garré la semana pasada, quien de esa manera refrendó el plan "Operativo Federal" para combatir la inseguridad en la provincia de Buenos Aires con la ayuda de esa fuerza, por supuesto una medida totalmente opuesta a lo establecido hasta ese momento por el Jefe de Gabinete Aníbal Fernández y el Ministro de Justicia Seguridad y Derechos Humanos Julio Alak.
La medida viene acompañada de una inversión de 150 millones de pesos para financiar el operativo, a lo que la Presidenta se refirió como “un inmenso esfuerzo colaborativo.”
“Un país en el que falta trabajo como sucedía en el año 2003, jamás puede ser un país seguro, sobre todo si hay sectores que tienen acceso a bienes sociales que causan desigualdad social.” Manifestó la mandataria sin poder evitar aprovechar la ocasión para hacer campaña política.
Cristina aprovechó para hacer su descargo contra el Poder Judicial, al expresar: “Resulta inexplicable que las cámaras de televisión haya captado las caras de todos los que agredieron a las fuerzas de seguridad y que no hayan detenidos, la ingenuidad es para los 15 años, pido colaboración al poder judicial”.
De esta manera, Cristina dejó claro, junto con su flamante ministra, la desconfianza que le genera la inoperancia de la Policía Federal para actuar en casos como los de las tomas de predios.
Si bien este gobierno siempre se resistió a enviar a gendarmería a lugares estratégicos por el miedo al fantasma de la represión, no hubo reparos en librar 700 efectivos de esa fuerza en dos oportunidades para custodiar su casa en Río Gallegos con el objetivo de cuidarla de una manifestación para nada conforme con la gestión de Néstor Kirchner; en una oportunidad como gobernador y la segunda siendo presidente.
¿Será el principio de los muchos cambios que deparan a la misma Policía que designó su propio Gobierno?
Eliana Toro